Brasil acelera las obras para llegar a 2014
El ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo, admitió este martes que es necesario acelerar las obras de algunos de los estadios que están siendo construidos para el Mundial de fútbol del 2014 debido a que, al actual ritmo, no estarán concluidos a tiempo.
Tras probar seis estadios en la Copa Confederaciones de junio pasado, en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia, Recife, Fortaleza y Salvador, Brasil tiene plazo hasta diciembre para entregar los otros seis que se comprometió a construir para el Mundial: Sao Paulo, Porto Alegre, Cuiabá, Curitiba, Manaos y Natal.
“Tenemos condiciones de cumplir los plazos pero es necesario destacar que eso exigirá un ritmo mayor de las obras en relación al actual ritmo”, afirmó Rebelo en una audiencia en el Senado.
Según el ministro, con excepción del estadio Itaquerao, de Sao Paulo, que ya cuenta con el 84 por ciento de las obras concluidas, “los otros están con el plazo más apretado, principalmente el de Manaos que sólo alcanzó el 74 por ciento de las obras”.
El plazo fue fijado por la FIFA debido a que cada ciudad necesita de, al menos, seis meses para probar las infraestructuras y corregir posibles problemas antes del Mundial, que comenzará en junio.
Dijo que se pueden repetir los problemas afrontados en la Copa Confederaciones, como dificultades para el acceso a los estadios y fallas en el funcionamiento de algunas instalaciones.
Según los datos oficiales, tras el de Manaos, los más atrasados son los de Curitiba (76 %), Porto Alegre (76 %), Natal (78 %) y Cuiabá (80 %).
“Es posible intensificar las obras porque la etapa de ingeniería permite el uso de más obreros y más ingenieros. Al comienzo eso no es posible porque las fundaciones son más complicadas. En la fase de acabados es posible trabajar en diferentes partes al mismo tiempo, con una obra más intensiva en equipos y trabajadores”, explicó.
“No lo vamos a negar o a esconder. El Mundial es una gran oportunidad para el ejercicio de nuestras virtudes y capacidades, pero al mismo tiempo una gran oportunidad para superar nuestros problemas y limitaciones”, afirmó.
Sobre las manifestaciones que cuestionaron el supuesto exagerado uso de recursos públicos en el Mundial y posibles irregularidades, Rebelo aseguró que los estadios no están siendo construidos con dinero público y que diferentes estudios aseguran que las obras de infraestructura impulsadas para la competición generaron 3,6 millones de empleos.
Agregó que todas las inversiones del Gobierno en obras para el Mundial son fiscalizadas por diferentes organismos, como el Tribunal de Cuentas de la Unión, la Contraloría y el Ministerio Público.