Un hematoma deja fuera de combate al crack argentino
Leo Messi será baja el próximo domingo en La Rosaleda (21:00, contra el Málaga) y es seria duda para el partido de vuelta de la Supercopa a disputarse el miércoles 28 (23:00, Camp Nou), después de las pruebas que le hicieron ayer en Barcelona nada más aterrizar de Madrid. El futbolista argentino, que apenas pudo descansar en sus vacaciones, recibió un duro golpe en la parte posterior de la pierna izquierda que lo dejó tocado y le obligo a abandonar la ida de la Supercopa al descanso.
“Las pruebas realizadas han puesto de manifiesto un hematoma intramuscular postcontusional en el bíceps femoral del muslo izquierdo. La evolución clínica de este hematoma marcará la disponibilidad para el próximo partido”, desvelaron los servicios médicos del Barça que prefieren que el atacante no viaje a Málaga y que aguarde a tener mejores sensaciones antes de aventurar su participación ante el Atlético.
Con la actual, Messi enlaza una nueva dolencia muscular (esta, a priori, no es más que un golpe), que mantiene en vilo al barcelonismo. Después de cuatro años sin apenas lesiones, bajo el mando de Guardiola (sólo descansó una semana tras un pinchazo en el adductor de la pierna izquierda en la 2009-10), al atacante acumula partes médicos. La pasada temporada sufrió varios (ante el Benfica, en diciembre, pudo romperse la rodilla tras un duro encontronazo con el meta portugués) y meses más tarde, en abril, se hizo una rotura fibrilar en París. Hubo precipitación en el regreso (y recaída) y ante el Bayern no rindió como se esperaba y el Barça cayó eliminado en semifinales.
Messi quiere jugar siempre, pero el Tata Martino deberá saber frenarlo. No pasa por su mejor momento de lesiones y eso debe manejarlo bien.