Rodman vuelve a visitar a su “gran amigo” Kim Jong-un
El extravagante Dennis Rodman anunció que aterrizará en Pyongyang, en su segunda visita a Corea del Norte, sobre la que destacó que no le han “prometido nada” sobre la liberación del ciudadano de EEUU Kenneth Bae, condenado a 15 años de trabajos forzados por supuestos crímenes no especificados contra el Estado comunista.
En sus declaraciones en el aeropuerto de Pekín, vía usual de tránsito hacia Corea del Norte, el deportista enfatizó que el mandatario norcoreano, Kim Jong-un, es “un gran amigo”.
La semana pasada Rodman había indicado que podría buscar la puesta en libertad de Bae, aunque en esta ocasión, indicó, “no me han prometido nada” en este sentido.
“Sólo voy a ver a mi amigo el líder Kim para lanzar una nueva liga de baloncesto” declaró Rodman, de 51 años, quien agregó que con su viaje intenta “mantener la comunicación”.
Kim Jong-un, cuya edad se calcula en 29 ó 30 años, es un fan del baloncesto y de la NBA según los expertos, que aseguran que uno de los ídolos de este joven dirigente educado en Suiza es Michael Jordan, el legendario jugador de los Chicago Bulls que años atrás compartió pista con Rodman.
Tras su primera visita a Corea del Norte, Rodman volvió “entusiasmado” y más aún después de reunirse con Kim, que se hizo con el poder en 2011 en sustitución de su padre Kim Jong Il, y al que definió como una buena persona, aunque sin aprobar la violación de los derechos humanos que existe en el país.
Bae, un estadounidense de origen coreano afincado en China, fue detenido el 3 de noviembre de 2012 después de entrar en la ciudad de Rason (noreste de Corea del Norte) junto con otros cinco turistas.
Entonces, el régimen norcoreano afirmó que Bae era un cristiano evangelista que había intentado introducir material “incendiario” en el país.
En mayo el estadounidense fue condenado a 15 años de trabajos forzados por supuestos crímenes no especificados contra el Estado comunista.
Días después de su condena el régimen norcoreano enfatizó que no tiene intención de “invitar a nadie de EEUU” para tratar su liberación.