Vettel impone su ley en Monza y Alonso sólo pudo ser segundo
En algún momento se llegó a soñar, a imaginar que sucedían cosas, esa lluvia que no llegó, esos neumáticos azules que siguieron en sus puesto, esos problemas del otro que nunca fueron de verdad. Pero no. Vettel destroza la esperanza, el sueño de un tercer título del Alonso que tiene pinta de ser cuarto del alemán. Victoria de Sebastian en Monza, sexta del año, la número 32 en su carrera, iguala al asturiano en esa estadística. Estamos ante un piloto de época, eso es algo que sólo no lo ve el que lleva una venda en los ojos. Pero Alonso no se rinde, no lo ha hecho en esta carrera y no lo va a hacer en lo que queda de campeonato, esto es F-1, deportes de motor, donde sucede lo extraordinario.
Pero… está casi imposible. Son 53 puntos los que le lleva el de Red Bull al piloto estrella de Ferrari. Y quedan siete carreras. La próxima Singapur, de lo que pase allí puede depender que el hilo que queda se rompa o se haga cuerda. Tercero fue Webber demostrando el dominio de Red Bull, incluso en casa de Ferrari. Porque la Scuderia no pudo tampoco aquí, en el templo de la velocidad, donde las características de su monoplaza más brillan.
La carrera empezó con Vettel en su puesto y Alonso del quinto al cuarto, después pasó a Webber por donde era increíble, más tarde a Massa y a partir de ahí en busca del sueño. Era segundo en la vuelta ocho y ahí se quedó batallando como un samurai ante carros de fuego. Además la estrategia no funcionó, parada más tardía que la de Seb y salió a diez segundos del germano y con Webber pegado a su difusor. Las últimas vueltas fueron mejores, de Alonso acercándose a cinco segundos de Vettel y defendiéndose bien del australiano. Ferrari mejor, pero no lo suficiente. Massa fue cuarto y Alonso atrapado entre los dos Red Bull.