El PSG rompe los esquemas del Benfica a golpe de clase
Ibrahimovic quiere ganar la Champions con el Paris Saint-Germain. Y cree que su equipo es candidato a levantar el trofeo. Lo dijo cuando renovó hace unos días y otra vez ayer en rueda de prensa. El sueco sabe que gran parte de esas opciones pasan por sus botas y contra el Benfica se lo tomó muy en serio. Saltó al césped del Parque de los Príncipes como capitán –Thiago Silva está lesionado– y fue el protagonista de la victoria. Dejó goles, asociación con sus compañeros y gestos técnicos de esos que se repiten al día siguiente en los telediarios. También tres puntos que colocan al equipo de Laurent Blanc al frente de su grupo.
El Benfica llegó a París con la intención de llevarse el partido. Para eso idearon un sistema basado en una firme defensa atrás y en presión arriba. Cumplieron ambas cosas. Pero poco pudieron hacer para frenar las combinaciones del PSG. Ese juego que llevaban buscando los locales toda la temporada y que por fin encontraron. Tranquilidad y toque para superar la presión y electricidad una vez pasada la línea del centro del campo. Verratti y Matuidi se encargaron desde la medular de que todo funcionara e Ibrahimovic acudía a apoyar allí donde hacía falta, ya fuese en área, el centro del campo y hasta el lateral derecho. Así fueron llegando los goles, el primero en el minuto 5, obra del sueco.
El Benfica mantuvo su idea inicial, que le valió para pisar el área rival y tener sus oportunidades. Mientras buscaban el tanto, les cayó el segundo. Fue producto de una espectacular jugada al primer toque del PSG en el área. Taconazo de Ibrahimovic, pase al hueco de Verratti y centro de Matuidi que Marquinhos remató a puerta.
El guión se mantuvo después: el Benfica no bajó los brazos, pero volvió a ser castigado con el tercer gol de los galos, el segundo de Ibrahimovic, al cabecear un córner. Un 3-0 en la capital francesa con el París en estado de gracia fue una montaña demasiado alta de escalar.
La goleada no impidió que los portugueses saliesen con la intención de hacer daño al PSG. Lo intentaron sobre todo desde lejos y Sirigu tuvo trabajo. A los de Laurent Blanc les pareció bien el plan de ceder el timón y replegaron velas, dejándole todo el desgaste a su rival. Intento tras intento, el Benfica no encontraba la red. Con un 3-0 en contra y un rival que no se veía amenazado, el combustible acaba por terminarse antes que el tiempo. Ocurrió en el minuto 74. Los lusos bajaron los brazos y el Paris Saint-Germain convirtió los minutos restantes en un rondo. Líderes en solitario.