Marko: “Vettel es perfecto”
Aeropuerto Incheon, Seúl. El universo de la Fórmula 1 se divide entre la capital coreana y la japonesa. La mayor parte de los pilotos llegaron ya el domingo a Tokio en un vuelo privado que consiguió Mark Webber; otros como Romain Grosjean, tercero en el podio de la cita de Yeongam con su Lotus, guarda la fila para salir de Corea en el vuelo KE 703 de Korean Airlines. Algunos le felicitan, para la mayoría pasa bastante desapercibido.
Entre los que acompañan al francés está el tercer piloto de Lotus Renault y ganador el pasado año de GP2, el italiano Davide Valsecchi. En la espera se monta un debate sobre Fórmula 1, sobre Sebastian Vettel… Entre los pilotos que allí estaban presentes, la sensación generalizada era que el alemán es un buen piloto, uno de los mejores de la parrilla, pero que hay otros tantos que hubieran ganado igual que él con el Red Bull ideado por el genial Adrian Newey. Y de nuevo, como una maldición, vuelven a surgir los nombres de Fernando Alonso y Lewis Hamilton, incluso del finlandés Kimi Raikkonen.
El español, sobre todo, y ante todo, mantiene una relación con Vettel en la que podrían intercambiarse papeles. El asturiano querría los títulos que tiene Sebastian y el alemán el aura de mejor piloto que envuelve a su rival de Ferrari. Así son las cosas. Es como lo que sucede cuando preguntas, por regla general, si fue mejor piloto Ayrton Senna o Michael Schumacher. Casi todos nombran al brasileño pese a que el Kaiser está inscrito en los libros de estadísticas del Mundial de F-1 por encima de todos y con mucha diferencia sobre el resto. Quizá sea injusto en ambos casos. Pero es así. Aunque nadie discute la calidad ni de Michael ni de Sebastian.
Sin embargo, lo cierto es que Baby Schumi cada vez tiene más cara de caníbal y se va pareciendo mucho al que fuera su ídolo de la infancia. Logra poles sin control, gana carreras como quien pasea y va camino de los cuatro títulos consecutivos, algo que sólo Juan Manuel Fangio y el mencionado Schumacher han logrado. Un respeto. Eso es lo que pide siempre para su pupilo, el tipo que más le admira en el paddock y quizá en el mundo.
Al terminar la carrera, Helmut Marko, amable y feliz, habló para AS y no pudo ser más explícito. “Me pregunta cuál es la diferencia entre Sebastian y los otros pilotos. Yo creo que está claro: Vettel es perfecto. Así de sencillo, los demás pilotos pueden cometer errores, tener fallos, pero él no. Ya lo ha visto todo el mundo en la carrera de Corea, pero también en la cita de Singapur y en otras tantas en esta temporada y en las anteriores. Es un piloto genial, absolutamente perfecto”, sostiene rotundo el consejero de Red Bull y mandamás del programa de jóvenes pilotos del equipo energético.
No es el único que piensa así. El tricampeón Niki Lauda lo alaba sin cesar. Y, por supuesto, en su equipo es idolatrado y las camisetas con el número cuatro que hacen referencia a su próximo tetracampeonato ya están preparadas… para el GP de India, en teoría. Veremos… A pesar de que le siga enfadando que le pregunten quién es el mejor piloto del mundo. Algún día se levantará mirando desafiante y dirá con su dedo índice alzado: “Pues yo, ¿no ven que soy el que gano?”. Es decir, dirá lo que piensa. A pesar de todos.