La Juve pone a prueba hoy el optimismo del Real Madrid
Durante años, o para mejor decir, en los peores años, el Real Madrid se sostuvo competitivamente gracias a la inspiración de su formidable leyenda. Así fue en España y especialmente en Europa, donde su escudo compensaba cualquier inferioridad deportiva o económica. Lo que sirvió para el Madrid sirve ahora para la Juventus, 17 años después de su última Champions. No importa cómo llegue al Bernabéu porque se presenta como siempre fue, orgullo intacto y rayas blancas y negras (herencia del Notts County).
Quien infravalore a la Juve por su derrota en Florencia (4-2) o por sus dos empates en Champions comete una temeridad. El Real Madrid de Italia (doce millones de seguidores, uno de cada cuatro italianos) amenaza el Bernabéu con la doble motivación de enderezar el rumbo y hacerse perdonar sus últimos pecados.
Para el Madrid los riesgos son numerosos; el primero, la felicidad. El equipo de Ancelotti tiene la clasificación encarrilada y el buen ánimo recuperado. Sin embargo, la Juve será su adversario de más cuajo desde la visita del Atlético y ya recordarán cómo terminó aquello. El desequilibrio entre los equipos de la Liga española nos ofrece multitud de pistas falsas que los más optimistas toman como verdaderas. La Champions es más sincera.
La Juve, cuartofinalista el pasado año (apeada por el Bayern), se presenta con las bajas de Vucinic, Quagliarella y Lichtsteiner, pero sin argumentos para llorar. Contará con el armazón defensivo de la azzurra, más Pogba (pantera francesa de 20 años), Vidal (tigre chileno de 26), Pirlo, Marchisio, Tévez y quién sabe si Llorente. El riojano ejerce de becario desde que fue fichado, con la excusa (razonable) de que estuvo casi un año sin jugar en el Athletic (participó en 12 partidos de Liga). Hoy podría disputar su cuarto encuentro como juventino en un estadio donde se le quiere y donde ha marcado dos de sus cinco goles al Madrid.
En el anfitrión, alguna incertidumbre. No se descarta que Ancelotti opte por un mediocampo de tres con Khedira, Illarra y Modric. Más segura parece la presencia de Benzema, al que no se aplica la doctrina Casillas. El francés, no obstante, no lo tendrá fácil; deberá jugar contra la comparación con Morata y Llorente. Cristiano está fuera de concurso: cinco goles en los dos partidos anteriores y 24 en los últimos 20 de Champions.
Cracks. Casillas (32) y Buffon (35) completan los atractivos sobre el césped. Ambos porteros comparten talento y experiencia, pero se distinguen por la confianza que reciben de sus clubes y entrenadores.
A la batalla del campo se sumará la de los banquillos. Antonio Conte, futbolista bianconero durante 13 años (jugó 13 minutos en la final de 1998 ante el Madrid), fue jugador de Ancelotti durante dos temporadas (sin títulos). En aquel tiempo aún no había ganado la batalla a la alopecia. Ahora, tras una inversión de 10.000 dólares, lo ha conseguido. Aunque no se puede hablar de peluquín, sino de trasplante capilar de última generación, la amenaza de lluvia y viento resulta inquietante.
El partido es indicado para amantes de la historia, gourmets y aficionados de los parecidos razonables. También para los hartos de pistas falsas.