El Atlético de Madrid no se aburre de ganar
El Atlético de Madrid se mantiene a un punto del Barça y con cinco de ventaja sobre el Real Madrid tras vencer al Granada con más oficio que brillo. Dos penaltis provocados por David Villa fueron suficientes para despachar a un rival con poca munición. Los de Lucas Alcaraz lo tenían complicado ante el equipo que mejor defiende en la Liga, para orgullo de su entrenador. Sólo tres goles han podido celebrar los aficionados nazaríes en Los Cármenes en seis partidos. El de Ighalo llegó demasiado tarde, en el minuto 90, cuando estaba todo el pescado vendido.
De ello se encargó David Villa, víctima de dos penaltis muy claros. El primero se produjo en el minuto 38, cuando Mainz acudió a un balón como un tren de mercancías y se llevó por delante al Guaje. Diego Costa no falló desde los once metros y castigó al Granada, que había completado una buena primera parte con Iturra multiplicándose en mediocampo y Recio llevando peligro. En el minuto 12, tuvo dos oportunidades para hacer el 1-0 en dos saques de esquinas consecutivos. En el primero el balón pegó en la cruceta por fuera tras tocar en Juanfran, y en el segundo su remate se marchó cerca del larguero.
Hasta el primer gol, el Atlético apenas se había asomado al área en un cabezazo de Diego Costa que detuvo bien Roberto y en un gol bien anulado a Miranda por un claro fuera de juego. El Granada acusó el mazazo y a punto estuvo de irse al marcador con otro gol en el macuto si Adrián hubiese acertado en el área tras un pase de Villa.
Tras el descanso, el Granada despareció de las proximidades del área de Courtois y el Atlético reguló tiempos y esfuerzos como le gusta, durmiendo el partido mientras se baja el telón a la espera de una contra mortífera. Diego Costa tuvo el 0-2 en el 68′ pero Roberto le tenía reservada la parada de la noche. Diez minutos después llegaría la sentencia. Villa quebró a Murillo y se fue al suelo tras una zancadilla clara. Penalti de nuevo, esta vez del otro central. El asturiano pidió tirarlo y obtuvo el beneplácito de Costa, que lucha con Cristiano y Messi por el Pichichi en la mejor temporada de su vida.
Marcó el asturiano y el partido se le complicó al Atlético repentinamente. Filipe Luis vio la segunda amarilla en el 90′ e Ighalo hizo el 1-2 tras rematar de cabeza un centro de Nyom desde la derecha. Era demasiado tarde. Los que ya se habían marchado se lo perdieron.