Viernes, ¡Día de derbi catalán Barcelona vrs Espanyol!
De entrada, este derbi comparece raro. En el culmen del despropósito de la programación futbolística que imagino tiene como objetivo despistar al respetable, que ya no sabe en qué jornada vive, se juega en viernes. Calendario aparte, se presenta como un partido indescifrable. La lógica indica que el Barça es el gran favorito, pero un derbi es un derbi y más con el Espanyol de Aguirre, que pasa de la fiereza mostrada ante el Atlético a la molicie de Elche en un decir Jesús. El Espanyol es una incógnita que Aguirre amplificó con su convocatoria, pero parece claro que debería haber aprendido la lección de la temporada pasada, cuando fueron borrados del campo por el Barça tras la peor media hora de los blanquiazules en tiempo.
Sin llegar a ser el puzzle del Espanyol, el Barça también busca cariño. A pesar de conseguir unos números impecables, la tribuna sigue manteniendo al Barça de Martino en cuarentena. No se duda de su eficacia, pero da la sensación de que se espera más de su estética. Cuestión de gustos.
A Martino, que es de Rosario (donde se juega uno de los derbis más competitivos del mundo) nadie tiene que explicarle lo que es un partido ante el máximo rival ciudadano.
Artillería pesada. Por tanto, el Tata no escatimará efectivos de cara a este duelo. Tras la rotación de algunos jugadores principales ante el Celta, todo apunta a que contra el Espanyol saldrá la artillería pesada.
Por tanto, regresará Piqué al eje, posiblemente junto a Puyol dejando el lateral izquierdo a Montoya para reservar a Adriano. Xavi e Iniesta darán descanso a Fàbregas en la media y la delantera será la que se está asentando como titular: Alexis, Messi y Neymar, que volverá al equipo tras su triunfo en el Clásico del sábado pasado, dos jornadas atrás.
En el Espanyol, Aguirre dejó fuera de la lista a Mattioni (en teoría el sustituto natural de Javi López), Simao, Stuani y Pizzi. El Espanyol apunta a ser mucho más imprevisible de lo que se esperaba.
Messi, ante la frontera de su sequía goleadora
Los números de Messi son tan descomunales que cualquier desviación de la excelencia dispara una luz de alarma. Lo que es normal para todos, en Leo es una excepción. Por ejemplo, ante el Espanyol Messi se enfrenta a un reto: marcar un gol para no romper su registro de estar cuatro partidos consecutivos sin marcar. La última sequía de Messi data de la temporada 2010-11 cuando encadenó las jornadas 27, 28, 29 y 30 sin batir a los porteros de Zaragoza, Sevilla, Getafe y Villarreal, respectivamente. Desde entonces, nunca ha estado más de tres partidos sin marcar. En Liga lleva tres jornadas sin ver puerta (Osasuna, Real Madrid y Celta), pero entre medio marcó en la Champions ante el Milán en San Siro el gol del empate del Barça.