Inglaterra vuelve a mostrar su peor imagen ante Alemania
Solo cuatro días después de perder ante Chile, Inglaterra cayó 0-1 con una Alemania plagada de suplentes en el mismo escenario de Wembley y con la misma imagen de equipo pequeño. El mejor de los de Hodgson fue el portero Hart y eso indica que el castigo pudo ser aún mayor. Alemania se adelantó en una primera parte muy lenta y en la segunda mitad, pese a que tuvo ocasiones para ahondar en la herida inglesa, no pudo con Hart.
La primera media hora de juego transcurrió sin sobresaltos ni ocasiones. Un cabezazo a las nubes de Rooney fue lo único destacable en las áreas mientras que en resto del campo Inglaterra intentó llevar el peso del encuentro ante un Alemania descafeinada, como si el partido no fuera con ellos.
El guión lo cambió una jugada aislada. Un córner que dio lugar a otro córner y al consecuente gol alemán. Hart sacó una mano providencial ante un cabezazo a bocajarro de Mertesacker en primera instancia pero a la siguiente jugada no pudo hace nada ante otro remate a placer del central del Arsenal. Kross centró desde la banda izquierda y el cabezazo del alemán fue inapelable.
El meta del City llegaba discutido al partido y pareció que sus propios defensas querían ponerle a prueba, abriéndose paso ante los ataques alemanes. Antes del descanso, Gerrard buscó el empate pero su disparo desde fuera del área quedó en una mera buena intención.
Alemania se desató tras el descanso y una buena combinación ofensiva acabó en un disparo a Reus que despejó bien Hart. El portero del City llegaba discutido al partido y salió de él como la única certeza de su Selección de cara al Mundial.
Serán él y 10 más a elegir entre una terna de jugadores que no convencen ni a Hodgson ni a su afición. Ni siquiera la pareja Rooney-Sturridge, a priori temible, se dejó ver por el área alemana y solo un zurdado lejano de Townsend que se estrelló en el palo generó desconcierto entre los alemanes.
Sin Ozil, Muller, Lahm y Schweinsteiger, Kroos se hizo el rey del centro del campo. Volvió loco a Gerrard y machacó a la vulnerable defensa inglesa en cada balón entre líneas. Hart ejerció entonces de apagafuegos y detuvo el zafarrancho alemán liderado por Gotze, con un balón cruzado, y por Sam, en una vaselina ligeramente desviada. No obstante, no pudo hacer nada para evitar la segunda derrota consecutiva de Inglaterra como local. Un dato tan preocupante que no ocurría desde 1977.