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Borussia Dortmund, subcampeón de Europa, logró de forma agónica la clasificación para octavos de final de la UEFA Champions League 2013-14 al derrotar al Olympique de Marsella con un tanto de Grosskreutz en el minuto 87 (1-2).
El triunfo, el único resultado que otorgaba el pase a los alemanes sin importar lo que sucediera entre Napoli y Arsenal, llegó en la ocasión más inesperada y en los pies del jugador menos pensado, después de que Lewandowski y Reus fallaran multitud de oportunidades más claras.
Tras adelantarse en el marcador en el minuto 4 y jugar con un hombre más durante una hora, por la expulsión del local Payet, el Borussia sólo logró el tanto definitivo cuando el partido agonizaba.
Hasta ese momento, los de Jurgen Klöpp se habían estrellado contra el muro marsellés, que estrenaba entrenador con José Anigo, un hombre de la casa que se hizo con las riendas del equipo por tercera vez.
El técnico francés sólo había perdido un encuentro europeo, la final de la Copa de la UEFA de 2004, y se quedó a pocos minutos de lograr el primer punto marsellés en esta edición de la UEFA Champions League. Finalmente, no pudo evitar que el Olympique fuera el primer club francés en no sumar ningún punto en esa competición.
El Borussia salió en tromba y a los cuatro minutos logró adelantarse, gracias a un buen pase de Reus que conectó con un Lewandowski en el límite del fuera de juego. El polaco no falló ante Mandanda con un disparo al segundo palo. Fue su único acierto del encuentro.
El tanto, ante un Marsella que buscaba las tablas, parecía sentenciar el duelo, pero los franceses necesitaban una reacción de orgullo para no marcharse de la competición con pleno de derrotas.
Diez minutos después del tanto alemán, una falta botada por Payet desde la izquierda permitió a Khalifa cabecear al larguero de Weidenfeller. El balón quedó muerto y franco para que Diawara lo introdujera en las mallas.
El empate desconcertó al Borussia y animó a los franceses, que equilibraron las fuerzas. Hasta que en el minuto 34 Payet fue expulsado. Dos minutos después de haber visto la primera amarilla por una entrada dura, el atacante marsellés simuló un penalti en el área germana, lo que obligó al colegiado croata a mostrarle la segunda.
El segundo tiempo fue una catarata de ocasiones alemanas. Lewandowski no llegó a rematar un pase de Reus nada más empezar, Mkhitaryan lo intentó al minuto siguiente y en el 57 Mandanda sacó de la línea de gol un cabezazo de Blaszczykowski.
Un minuto más tarde, Lewandowski se inventó un magnífico pase de tacón que permitió a Reus disparar. El balón se estrelló en un palo de la portería local.
De nuevo el atacante polaco falló ante el meta francés un regalo de la defensa local en el 67, una mala cesión de Diawara que Lewandowski no acertó a llevar a la red.
Parecía inamovible el resultado hasta que Grosskreutz recibió un pase hacia atrás de Schieber y, pese a resbalar, lo introdujo en la meta marsellesa. Un gol agónico, como la clasificación del subcampeón.