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Neymar ya sonríe

Neymar-durante-su-mensaje-ala-_54399247641_54115221152_960_640Neymar recuperó ayer la sonrisa y su acierto con el gol. El brasileño superó las reticencias que había entre la afición tras sus últimas actuaciones y demostró que tiene hueco en este equipo.

Sus dos goles fueron la forma de devolverle al Tata Martino toda la confianza que el entrenador le ha dado. El técnico ha seguido apostando por él a pesar de todas las críticas recibidas. Los números de Pedro y Alexis eran superiores a los del brasileño, pero Martino apostó por el mohicano.

Demostrando una gran conexión con Alexis -se han asistido mutuamente en cinco ocasiones-, anotó dos goles que elevan hasta nueve los tantos que suma en Liga, 14 teniendo en cuenta todas las competiciones.

El futbolista estaba contento por su actuación. “Estoy muy feliz y muy tranquilo. Le dedico estos dos goles a mi familia y a mis amigos, que siempre me han apoyado”, señaló al acabar el partido. No obstante, Neymar quiso recordar: “Estoy contento por los dos goles pero también triste por la lesión de Valdés”.

El jugador, feliz
El brasileño quiso dejar claro que, al margen de sus goles, “lo importante es que estos puntos sirvan a final de temporada”. Poco amante de las polémicas, no quiso responder abiertamente a Johan Cruyff, quien este pasado martes había asegurado que el problema que tenía el Barcelona era que un niño de 20 años ganaba más que el resto. “Respeto a Cruyff. Fue un gran jugador y un gran entrenador”, se limitó a responder.

El Tata Martino, que se mostraba satisfecho, se congratuló también del partido realizado por Neymar. Los dos goles del brasileño compensan su apuesta por él. “Le viene bien marcar dos goles. Ha jugado de forma intensa y han sido dos lindos goles. Ha de sentirse bien después de este partido”, señaló.

El preparador aseguró que no es un jugador que solo aguante físicamente una hora sobre el terreno de juego: “Si juega 60 minutos es por decisión mía. Podría ponerle 90 minutos”.

Neymar rompió ayer una mala racha, en la que llevaba cinco partidos sin marcar ni dar una asistencia.

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