Márquez pone orden a base de hacer derrapar su Honda
Por la mañana, después de acabar decimocuarto en los primeros libres, a 2.299 del mejor tiempo que había marcado Lorenzo, AS le preguntaba bromeando a Márquez si estaba en crisis, si eso demostraba que sus dos victorias anteriores habían sido fruto de la casualidad y que si, en realidad, era un bluf… El campeón se tomó la broma con sentido del humor, se rió, explicó que la sesión había sido mala para él, porque sólo había montado el neumático trasero blando, lo que hizo que pareciera como si fuera en lluvia, y nos emplazó al entrenamiento de la tarde, al FP2, donde volvió por sus fueros.
El Pequeño Genio ha puesto orden a base de cruzarsu Honda de lado a lado, tanto abriendo gas como frenando, en el rápido circuito de Termas de Río Hondo. Para ello, en la segunda sesión de MotoGP del GP de Argentina ha rebajado 5.8 segundos su tiempo de la mañana para ponerse al frente de la tabla de tiempos, con un segundo de ventaja sobre el siguiente, su compañero Pedrosa.
Los tres cuartos de hora de sesión libre han sido unclínic de pilotaje agresivo, de anclaje y timón de rueda trasera para encarar de lado las curvas, de abrir gas como un salvaje sin importarle los trallazos, de acortar por los pianos y comerse rivales con la facilidad del que pela pipas. Una barbaridad, de verdad.
La cruz de la moneda, en cambio, fue un Lorenzo que volvía a sonreír al término de la primera sesión gracias a un mejor tiempo con cuatro décimas de ventaja sobre Aleix Espargaró. Todos, empezando por el propio mallorquín, sabían que los registros caerían a medida que se limpiara el asfalto de la arena aún presente por las recientes obras y cogiera goma la trazada buena. El más explícito en cuanto al estado inicial del asfalto fue Pedrosa que, al preguntarle ilusionado un periodista local qué le había parecido el circuito, le espetó: “Muy sucio. Podían haber pasado la aspiradora antes de que llegáramos para sacar la arena”. Volviendo a Jorge y a los tiempos, su mejora de una sesión a otra fue de 1.3 segundos, pero eso no le dio nada más que para ser noveno, por detrás de los dos pilotos del Repsol Honda, Aleix, Bradl, Dovizioso, Smith, Pol y Rossi.
Y todo ello en un circuito, a priori, más favorable a las Yamaha que a las Honda, por aquello de las curvas enlazadas, con ausencia de garrotes. Sin embargo, estando Márquez de por medio ya no hay circuitos Honda ni Yamaha, porque todo circuito en el que recala el Mundial resulta ideal para este animal, dicho con cariño, de 21 años que enamora cada vez que sale con su Honda sobre el asfalto.