Regenass: “Los programas de desarrollo han evolucionado”
Las actividades de la FIFA para el desarrollo han registrado cambios importantes desde la aprobación delReglamento General Para Los Programas De Desarrollo en 2013, un año en el que el organismo rector del fútbol mundial invirtió diariamente más de 500.000 dólares en proyectos de desarrollo futbolístico y de responsabilidad social corporativa. Además, se han puesto en marcha nuevas iniciativas, entre ellas el programa para las asociaciones miembros menos privilegiadas y el plan de generación de ingresos, con el objetivo de que se adecúen mejor a las necesidades de ciertas asociaciones miembros.
Los Seminarios de la FIFA para el Desarrollo que empezaron en 2013 en Auckland terminarán tras la Copa Mundial de la FIFA 2014. ¿Cuál ha sido el resultado? ¿Están preparadas las asociaciones miembros de la FIFA para aplicar plenamente el nuevo reglamento para el desarrollo a partir del 1 de enero de 2015?
Esos seminarios forman parte de un importante proceso de información que hemos comenzado con el objetivo de dar a conocer los cambios introducidos en la FIFA en el marco regulador del mundo del fútbol. Hasta la fecha, hemos organizado diez seminarios, repartidos por todos los continentes, y hemos llegado hasta 175 asociaciones miembros. Tratamos de multiplicar los canales de comunicación con nuestros miembros, con comunicados oficiales, seminarios y un diálogo individualizado; y todo ellos para asegurarnos de que las 209 asociaciones estén preparadas para cumplir plenamente con las Nuevas Normas que decidió por votación el Congreso de la FIFA.
Un pequeño grupo de asociaciones miembros tendrán que cambiar parte de sus mecanismos de gobernabilidad para cumplir con nuestros requisitos, tanto en el apartado de los estatutos normativos como en nuestros requisitos de auditoría para los programas de desarrollo de la FIFA. Es y será un reto; por ejemplo, solicitamos indirectamente a todas las asociaciones que mantengan una asamblea general cada año, que debe aprobar las memorias de cuentas anuales, pero ciertas asociaciones tan sólo celebran asambleas bienales, lo que no se atiene a los estatutos normativos de la FIFA. Éste es un ejemplo de un cambio relativamente importante que necesitamos que apliquen las asociaciones miembros.
¿Cómo puede impedir la FIFA que se produzcan casos similares al de la Asociación de Fútbol deAntigua Y Barbuda, recientemente sancionada por incumplir el Reglamento del Programa Goalde la FIFA?
La introducción del nuevo reglamento para el desarrollo constituye un paso adelante para lograrlo. Sin embargo, un caso como el de Antigua Y Barbuda es también representativo del periodo y del contexto en el que se ha producido, tanto en el seno de la FIFA como en el seno de las asociaciones miembros. En 1999, la creación de programas de desarrollo como el FAP y el Goal perseguía un objetivo subyacente: proporcionar medios para que las asociaciones nacionales evolucionaran como organizaciones, se fortalecieran y estuvieran mejor preparadas para desempeñar sus mandatos. Se reconocía así la necesidad de evolución, de mejora, lo que significaba que, en algunos casos, habría que aprender sobre la marcha. La FIFA y las asociaciones han aprendido a lo largo de 15 años de asistencia financiera por parte de la FIFA cuáles son los desafíos, dónde están las prioridades, etc..
Ahora todavía tenemos que trabajar en la capacitación y emancipación institucional, para contribuir al fortalecimiento de nuestros miembros, y lo hacemos mediante programas como Performance. Pero también observamos una mejora general con respecto a hace 15 años y, si bien no podemos garantizar que no vuelvan a producirse “proyectos malogrados”, también estamos bastante seguros de que no volveremos a ver demasiados.
La ayuda financiera directa de la FIFA alcanzó los 1.000 millones de dólares en enero. ¿Cuáles diría que son los logros principales que se ocultan tras esta cifra? ¿Qué aspectos se podrían mejorar en el futuro?
Si juntamos los efectos de los programas FAP y Goal de la FIFA, la ayuda proporcionada desde 1999 a la totalidad de los 209 miembros ha alcanzado principalmente un nivel mínimo de credibilidad para todos nuestros miembros. Hay que tener en cuenta que, en aquella época, varias asociaciones no disponían de una oficina de trabajo adecuada, ni de fondos para contar con una administración apropiada. El fútbol nacional se dirigía básicamente por medio de comités y de asambleas generales, que poseen limitaciones obvias. Con el FAP, muchas asociaciones han podido incrementar su presencia, su legitimidad como organismo rector del fútbol nacional. Para nosotros, éste es el mayor logro, porque las asociaciones miembros son el principal pilar del fútbol, el elemento de la pirámide del fútbol que aglutina todo lo demás. También debemos mencionar otros grandes logros de los últimos 15 años de desarrollo futbolístico con ayuda de la FIFA, como la enorme cantidad de campos e infraestructuras de fútbol que hemos financiado a lo largo de este tiempo. Hemos construido más de 250 terrenos de juego en todo el mundo.
No obstante, el inconveniente de estas cifras consiste en que, incluso 15 años después, seguimos observando que una gran cantidad de asociaciones dependen en gran medida de la ayuda financiera de la FIFA para sus flujos de caja. Podemos enorgullecernos de que, en esencia, la FIFA hace posible que las asociaciones miembros funcionen, y punto. Pero sinceramente, preferiríamos no tener que decir esto, sino que los 209 miembros utilizan el FAP como fuente de ingresos adicional. Lamentablemente, todavía estamos bastante lejos de que así sea.
Últimamente, la FIFA ha diversificado el alcance de sus proyectos de desarrollo futbolístico mediante iniciativas como los programas destinados a las asociaciones menos privilegiadas y el plan de generación de ingresos. ¿Se siente satisfecho hasta el momento? ¿Cuáles son los pasos siguientes?
En cuanto al programa de generación de ingresos, acabamos de recibir las conclusiones del primer programa aprobado, por el que financiamos un sistema eléctrico de paneles solares para la asociación de Guam. Estaban encantados de haber ejecutado este proyecto, porque actualmente han reducido la factura de la luz a cero, mientras que en el pasado les resultaba muy cara. Esto los libera para usar los fondos que asignaban a la electricidad y dedicarlos al desarrollo del fútbol.
El programa para los menos privilegiados ha alcanzado un éxito rotundo. Hay 71 asociaciones con derecho a participar en este programa; de momento, hemos aprobado 63 proyectos en el ciclo 2011-2014 y muy probablemente “paliaremos las carencias” en la última Comisión de Desarrollo del ciclo, en septiembre. Este programa se creó para garantizar que las llamadas asociaciones “menos privilegiadas” consiguieran acceso prioritario a un grupo limitado de proyectos, como campos de juego, respaldo para las competiciones juveniles, equipamientos, para tratar de corregir deficiencias fundamentales en esos países, especialmente por lo que respecta a las instalaciones de juego. Uno de nuestros objetivos consiste en reducir la brecha que existe entre los países altamente desarrollados y los menos privilegiados. En estos países, el principal obstáculo para el desarrollo del fútbol suele ser sencillamente la falta de terrenos de juego.
El año pasado, Afganistán y Somalia fueron noticia por sus logros notables en el desarrollo del fútbol. ¿Hay otros países que desearía destacar?
Cada vez nos encontramos con más casos muy satisfactorios, una de las cosas que nos animan a seguir haciendo mucho más por el desarrollo del fútbol. En ocasiones se trasladan también al terreno de juego en forma de pases a grandes competiciones o de ascensos en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, aunque no necesariamente. Lo importante es que la estructura del fútbol mejore, generalmente hablando. Esto puede suceder en el apartado de la gobernabilidad; por ejemplo, en el caso de Indonesia; en el apartado de la gestión, como con Mauritania o Ecuador; o, más obvio, sobre el terreno de juego: hemos vivido ejemplos memorables durante el ciclo, como Etiopia, Cabo Verde, Ruanda o Samoa Estadounidense, por nombrar unos cuantos.
La injerencia gubernamental es un problema constante al que se enfrenta la FIFA. ¿Cree que las asociaciones miembros han conseguido entender este asunto mucho mejor y evitar situaciones de injerencia gubernamental?
De alguna manera, el fútbol es en ocasiones víctima de su propio éxito y de su importancia para la gente. El fútbol, debido a su estructura democrática, según la cual la directiva de las asociaciones se elige cada cuatro años, es susceptible, por su propia concepción, a la inestabilidad. Por lo tanto, siempre se correrán riesgos y siempre tendremos que adoptar acciones preventivas en este sentido.
Sin embargo, en los últimos tiempos, observamos menos injerencias gubernamentales que en el pasado; nos gustaría pensar que hemos contribuido a ello, porque hemos reforzado las asociaciones con nuestras acciones preventivas para el desarrollo y la gobernabilidad. Actualmente, la mayoría de los “casos” con los que nos encontramos desde el punto de vista de la gobernabilidad son, de hecho, tensiones internas, especialmente sobre los estatutos de una asociación. El aspecto positivo de esta tendencia es que, en el caso de tensiones internas, la respuesta de la FIFA puede ser más flexible y no tan paralizante como en asuntos relativos a la injerencia gubernamental, donde la respuesta tipo es la amenaza de expulsión.
La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Costa Rica 2014 terminó a principios de abril. ¿Qué función desempeña usted durante una competición de este tipo? ¿Qué nos dice de los proyectos del legado?
La asociación de Costa Rica estuvo muy activa en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA en cuestiones de desarrollo, y pudimos ayudarle en una amplia variedad de aspectos: ejecutamos la campaña Live Your Goals, respaldamos la creación de las ligas femeninas, la creación de programas de identificación de talentos y organizamos cursos para entrenadores y árbitros. Sin lugar a dudas, se trató de un ejemplo exitoso de cómo la organización de una Copa Mundial Femenina de la FIFA puede poner en marcha y propulsar proyectos de fútbol femenino en un país, y por lo tanto crear un auténtico legado, siempre y cuando las iniciativas se mantengan de forma sostenible, aunque tenemos la seguridad de que así será enCosta Rica.