George y los Pacers adelantan a unos Wizards bochornosos
El juego y las sensaciones parecían estar del lado de los Wizards tras su brillante arranque en las semifinales del Este, pero en tres días los Pacers han dado la vuelta a la tortilla ante un rival que parece haber tocado fondo -será difícil que lo haga peor- en el tercer partido de la serie disputado en la capital deEstados Unidos: 63-85 y 2-1 para Indiana. En uno de los peores encuentros de lo que va de playoffs, posiblemente el peor, los Pacers recuperaron algunas de sus señas de identidad, sobre todo en defensa, y gracias a la explosión de Paul George (23 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 3 robos) y a la confirmación de la mejoría de Hibbert (15 tantos y 5 capturas), dejaron en ridículo a unos Wizards que firmaron su anotación más baja en playoffs, igualando la cuarta peor de la historia de la NBA en postemporada desde que se implantó el reloj de tiro de 24 segundos (1954-55).
Las paupérrimos series de lanzamientos de campo (24/73-32,9%), y de tiros libres (11/21-52,4%) fueron una losa para el equipo capitalino. Nené (3/14), Beal(6/19), Gortat (2/7), Wall (6/13)… Muy malos números, especialmente preocupantes en el caso del base all star, que además sumó 7 de las 17 pérdidas de los Wizards. Mérito de los Pacers, que supieron anular las conexiones de su rival e incomodaron a los pívots, Nené y Gortat, que tantos problemas les habían dado hasta ahora.
La primera parte fue lamentable, sin paños calientes. De hecho, hasta ahora sólo se habían visto 12 partidos de playoffs con 67 puntos o menos combinados entre dos equipos en los primeros 24 minutos. Fueron los que sumaron entre Indiana y Washington (33-34). Los cinco rebotes ofensivos de un Ariza que fue de más a mucho menos, el trabajo de intendencia de Hilly la implicación de Hibbert fueron los únicos aspectos salvables de esos insufribles dos cuartos. Bueno, y la regularidad de George, poco ruidosa pero muy efectiva.
El hundimiento definitivo de los Wizards vino después, con un 0-12 rematado por Hibbert al que ya no supo cómo responder el técnico Randy Wittman, que vio como su equipo estuvo cinco minutos sin anotar y perdió el dominio de los rebotes. El último periodo ya sobró. Ni el arranque de rabia de un desacertado Beal evitó el enfado y los pitos del público del Verizon Center, que se marchó en masa tras un triple de George que ponía un 75-58 ya imposible de remontar a 3:34 del final. La serie puede ir para largo si Washington espabila y se lo cree, pero este partido puede cambiar el signo de una eliminatoria que ahora dominan Fran Vogel e Indiana, para tranquilidad y mayor gloria del presidente Larry Bird.