CR7: “Estoy en un 99.9 por ciento”
Cristiano Ronaldo no se detuvo a dar explicaciones de su estado físico después de la goleada de Portugal a Irlanda en Nueva Jersey (5-1). Pero mientras caminaba por el pasillo de la zona mixta tuvo tiempo para decir lo que muchos ansiaban: “Estoy al 99.9 por ciento”, dijo, aunque sin aflojar el paso.
Con el aire relajado de quien se ha quitado un peso de encima, el mejor futbolista del mundo en el 2013 disipó algunas dudas en el último amistoso antes de zarpar a Campinas (Brasil), donde los lusos tienen su cuartel general.
La tendinitis crónica diagnosticada la semana pasada no le impidió brillar en su regreso a la selección.
Desde el 24 de mayo -final de la Liga de Campeones-, no había vuelto a jugar. Los problemas físicos que arrastró en el tramo final de la temporada se había hecho visibles en la concentración lusa.
El seleccionador Paulo Bento había tirado de prudencia en las últimas semanas para alertar que para la estrella de Portugal no había fecha de regreso.
Pero la hubo. Ante una blanda Irlanda se gustó. Un pase de tacón en el segundo gol y un puñado remates peligrosos -uno de ellos en el poste- fueron su carta de presentación antes del debut mundialista ante Alemania, el próximo 16 de junio.
Su mejor ocasión sirvió para poner en bandeja el tercer tanto. Un cabezazo picado a pase de Silvestre Varela tenía pinta de entrar, pero Forde repelió el testarazo. Hugo Almeida estaba bien colocado y cazó el rebote.
El voraz Ronaldo tuvo fuerzas para estar en el campo 65 minutos, hasta que sustituido por Nani. Eso sí, dio un pequeño susto en el comienzo.
En el minuto 12, se golpeó en una disputa con el irlandés Meyler. Se llevó las manos a la rodilla izquierda, pero se levantó enseguida.
Rápidamente, se demostró a sí mismo y a los millones que le acompañan que estaba bien. En la siguiente jugada, armó un latigazo con la zurda repelido por Forde.
Hasta el 16, Portugal aún dispondrá de algunos días de entrenamiento para engrasar su particular máquina anotadora.
Ronaldo, de 29 años, es el máximo goleador de la historia de la selección lusa (49 dianas en 111 partidos internacionales), de las que las últimas 12 las concretó en apenas 11 encuentros.
En Campinas (a 80 kilómetros de São Paulo), le esperan miles de aficionados en medio de mucha expectación. Las seis mil entradas para mañana en el Estadio Moisés Lucarelli acabaron en cinco minutos.