La situación de Alonso no cambia por Montezemolo
Dicen que un líder es tan bueno como lo sean los que están por debajo de él. Saber elegir colaboradores, dejarles trabajar… en esta máxima puede estar la clave de que Luca Cordero de Montezemolo ya no sea presidente de Ferrari. El italiano, todo un personaje, es el máximo dirigente con mayores méritos de la historia de su empresa, tanto en lo deportivo como en lo económico, pero en los últimos diez años los éxitos han sido cosa de la casualidad o de un piloto extraordinario que ha llevado siempre su coche más allá de donde le merecía. Así es.
Y es que el gran acierto de Montezemolo fue fichar a Jean Todt, ambos eligieron a Michael Schumacher como piloto y el alemán exigió a Ross Brawn y Rory Byrne. Ese equipo ofreció a Ferrari los mejores años de su leyenda con cinco títulos consecutivos del Mundial de F-1. Después llegó Domenicali y Montezemolo comenzó a estar más pendiente que nunca, cada cosa que pasaba en la Scuderia pasaba por sus manos. ‘Te dejo, es el presidente’, solía decir Stefano cuando sonaba su IPhone. ‘Sí avocatto’, era la frase más usual de Stefano en esas conversaciones. A pesar de lo que muchos creen el anterior jefe de equipo de Ferrari es un técnico eficaz y eficiente, pero le faltó caracter.Y ese coraje que tuvo Todt para advertir a Montezemolo que en la escudería mandaba él. Ahora está Mattiacci que parece sí tener ese valor, aunque como alguien dijo en Monza ‘entre Andreson y Andresin, está Andres’.
Lo cierto es que desde que se fueron Todt, Brawn y compañía un sólo título mundial para Ferrari, el de 2007 con Kimi Raikkonen gracias a McLaren, Dennis y cia. Y los dos subcampeonatos de Alonso con un coche que con el que su compañero entonces fue sexto y séptimo en 2010 y 2012 respectivamente. El español ha maquillado las carencias de Ferrari estos años. Pero el abandono del asturiano y el noveno puesto de Kimi en el GP de Italia con un monoplaza de 30 caballos menos que los Mercedes han acabado también con Montezemolo, el presidente que el sábado de Monza decía que iba a seguir tres años más.
Pero la pregunta clave es esta. ¿Y ahora qué pasa con Alonso? Pues según diversas fuentes consultadas por este diario la situación no cambia. Alonso, bien, gracias. Podría decirse así. El piloto estrella de la escudería italiana tiene contrato hasta finales de 2016 con este equipo y, si no sucede nada extraordinario, cumplirá su compromiso. Alonso quiere ganar y quiere hacerlo con Ferrari. Por ese órden. A no se que le ofrezcan algo que le permita lograr su merecido y soñado tercer título gracias a un coche dominador se quedará en Maranello. Esa es su intención, así estás las cosas de momento…
El nuevo presidente es Sergio Marchionne, consejero delegado del grupo FIAT-Chryslerque llega para quedarse en principio y que podría traer pronto a Ross Brawn de vuelta. Ese es el primer objetivo, apuntalar los cambios pendientes de la mano de Mattiacci y la ejecución de James Allison, después y que todo esto lleve consigo la continuidad de Alonso para ganar carreras el próximo año y el Mundial en 2016. Esa es la hoja de ruta. De momento. Si nada cambia. Si no hay algo extraordinario…