Nadal resiste y escapa en cuatro sets de Brands
‘Allez, Daniel’, truenan las tribunas de la revoltosa Pista Philippe Chatrier en el fragor de la tensión del segundo set, cuando el cañonero alemán Daniel Brands (número 59 del mundo) ya aventaja a Rafa Nadal por 6-4 en el primer set y le va sometiendo a una tortura de ‘bombas rápidas’ (como analiza Toni Nadal): así hierve la Philippe Chatrier en la espesura de la segunda manga, cuando Rafa está varias veces a sólo dos puntos de aceptar un ‘break’ que hubiera sido verse con pie y medio fuera de Roland Garros. En muchas décadas, nunca se ha visto la afición de París tan entregada a un gran granadero alemán: con su 1,96, rubio y sonrosado, Brands es como un gastador de la Wehrmacht. Y sí: arde París.
Pero al final de todo, tras dos horas y 54 minutos de pasión, el corazón de campeón de Rafael Nadal Parera, siete veces campeón en Roland Garros y en la Chatrier, le alza sobre las bombas de Brandts… y Nadal, el campeón, se salva, claro que se salva: 4-6, 7-6 (4), 6-4 y 6-3. El punto de inflexión, el ‘turning point’ está en la muerte súbita del segundo set, que Nadal rescata después de ir perdiendo por 0-3, para destapar tiros inverosímiles en el 4-4 y en la primera bola de set: que fue un escalofriante resto-misil de revés paralelo sobre un primer servicio de Brandts: que ametrallaba esos primeros saques en puntas de 211/212 km/h y a una media de 197.
Ese set inicial que Brands arrebató a Nadal también significa un hito histórico: es la primera vez que Nadal pierde la primera manga que juega en Roland Garros y en un torneo de Grand Slam. Fue un visto y no visto: Rafa parecía tener el set bajo control con 4-3 y 15-40, mientras masacraba a placer el revés a una mano de Brands. Pero el granadero alemán llegó al 4-4 con puntos de saque (nueve ‘aces’) a 207 y 208 km/h. En el siguiente juego, el noveno, Nadal entregó el primer punto de ‘break’ con su servicio al atornillarse en la primera de las cuatro dobles faltas que cometió (Brands, sólo una). De inmediato, en el décimo juego, Brands cerró el set con servicios y derechas como rayos ‘láser’. Y Nadal pasó a tener que combatir y competir por su vida: es su habitat natural, donde mejor se desenvuelve.
Pero Rafa resistió, mientras su Tío Toni le animaba nerviosamente: ‘Vamos, vamos, Rafel’… y Rafa sacó adelante ese ominoso ‘tiebreak’ del segundo set, en un ambiente turbulentamente gelatinoso que esperaba la caída del campeón. Cuado Brands vio pasar por su lado el espeluznante misil que Nadal envió con su resto de revés, algo se rompió en el ánimo del caballero teutónico… y la sombra de una calavera inundó su mente. De entrada en el tercer set, Nadal quebró por primera vez el monstruoso saque de Brands, lo que le blindó (con 84% de primeros servicios) para amarrar ese tercer set en 6-4 y sentenciar ‘de facto’ el partido… y las ilusiones matadoras de parte del buen pueblo de París: los ‘Allez Daniel’ fueron apagándose hasta extinguirse por completo con el 6-3 del cuarto y último set, la victoria número 53 de Rafa Nadal en los Internacionales de Francia.
Nadal ganó 136 puntos por 114 de Brands, que perpetró 51 golpes ganadores… a cambio de 53 errores no forzados, la mayoría ‘bastante forzados’ por la derecha pesada de Nadal, quien firmó 40 tiros ganadores por 26 errores no forzados. Brands conectó el 74% de primeros servicios, con los que selló a su favor el 60% de puntos jugados. Nadal se mide ahora al zurdo eslovaco Marin Klizan. “Era un tema de salir vivos”, filosofó sabiamente Toni Nadal. Y como su sobrino Rafa es el superviviente por excelencia, ahí sigue Rafael Nadal Parera, danzando sobre las almas de lo que le querían fuera de Roland Garros…