Esta temporada se han comprado partidos de Liga en España
“Los amaños llevan existiendo desde siempre. El que diga lo contrario, miente”. Lo que el jugador del Getafe, Adrián Colunga, reconoció hace una semana es una dolorosa verdad del fútbol español. Él lo sabe porque lo ha vivido. Todos lo comentan, algunos se rebelan contra ello. Unos pocos incluso lo denuncian, ya sea dentro de su propio vestuario, o bien en la Liga de Fútbol Profesional. Pero nadie va a la Policía. Es un tabú, un asunto de chivatos, para los futbolistas y entrenadores. Vaya por delante que la de este fin de semana va a ser, con toda probabilidad, la última jornada de Liga más limpia de los últimos 10 años. El ruido ha asustado a las hienas. Toda la polémica suscitada por el último Levante-Deportivo no sólo ha motivado que algunos jugadores no se atrevan a hablar por teléfono, por miedo a que les estén grabando, sino también que se haya extendido una especie de psicosis entre la gran mayoría de técnicos y de presidentes para cortar cualquier intento de amaño de partidos.
La única forma de hablar de esta cara sucia de la Liga con los verdaderos protagonistas, y conseguir sus testimonios, es garantizar su anonimato. Muchos hablan abiertamente de ello y colaboran, pero ninguno quiere ver su nombre. Grabadora encima de la mesa, dudas sobre qué contar, y qué no. Experiencias en primera persona narradas con cierta desconfianza, pero con muchas ganas de que este maldito asunto de los partidos amañados estalle de una vez y se limpie la competición. A pesar de todo, algunas intentonas de amaño se han producido, tanto en Primera como en Segunda división. Trascienden sobre todo aquellas que fracasaron: el lateral izquierdo del Rayo, José Manuel Casado, recibió una inquietante llamada de alguien que se hacía pasar por un emisario del Mallorca. Quería tantearle. El futbolista inmediatamente recurrió a su entrenador, Paco Jémez, y entre ambos cortaron el problema de raíz. El presidente de un equipo de Primera que no ha pasado demasiados apuros también ha escuchado dicho suceso: “En el Rayo, esta temporada, hubo contactos con un jugador antes del partido contra el Mallorca, pero el futbolista lo dijo inmediatamente y su entrenador abortó la situación. Lo que pasa es que desde el Rayo se ha tapado. Yo no lo taparía”, asegura. “Ojalá toquen ahora a uno de los míos, porque me lo van a decir y vamos a ir a la Policía. Vamos a seguir hacia adelante y vamos pedir que lo graben y a ver hasta dónde llegamos”, añade. “Tengo la absoluta seguridad de que en esta temporada se han comprado partidos. Parece como que está asumido que esto ocurra. En realidad podemos hacer bastante poco”, asegura resignado otro máximo mandatario de la Liga. “Le he ofrecido a Tebas los teléfonos de todos mis jugadores, para que investiguen lo que quieran y los puedan pinchar, si quieren”, explica. No sólo hay equipos que intentan comprar a otros para asegurar un resultado, es que hay hasta quien se ofrece a perder, sin mediar tentación ninguna, como confirma otro presidente de un poderoso equipo de Segunda: “Nos han ofrecido, esta temporada, arreglar partidos a nuestro favor. Siempre de forma indirecta, porque si me lo dice alguien al que le tenga aprecio, tendría que dejar de dirigirle la palabra.
