Dooley: “Estos Azkals tienen potencial”
Lo bueno se hace esperar. Si el dicho es cierto, todo apunta a que Filipinas llegará más lejos que nunca en el presente Campeonato de Fútbol de la ASEAN, más conocido como la Copa Suzuki de la AFF.
Una vez más, los Azkals (Perros Callejeros) están a punto de hacer historia en la competición regional con un atractivo duelo de semifinales con Tailandia. Filipinas ya cayó en esta misma fase del certamen en las dos últimas ediciones, en 2010 y 2012. Si logra imponerse a los Elefantes de Guerra en su doble cita, se adentrará en territorio desconocido.
Tailandia abordará el sábado la ida como clara favorita, no en vano ha conquistado el trofeo en tres ocasiones. Pero con una plaza en la final en juego, el seleccionador de Filipinas, Thomas Dooley, afirmó que los suyos no se darán por vencidos sin luchar.
“Somos los tapados”, explicó en vísperas del choque, a disputar en Manila. “Pero somos los Azkals“, añadió desafiante el estadounidense, que capitaneó a las Barras y Estrellas hasta la segunda ronda de la Copa Mundial de la FIFA 1994™, celebrada en su país. “Estos Perros Callejeros sienten respeto [por el rival], sin embargo, no tienen miedo a nada. Y de vez en cuando les gusta dejar huella. Los jugadores han hecho historia en los últimos diez meses, y aún no han acabado”.
Pasión creciente
Desde que asumió el cargo, en febrero, Filipinas ha cosechado éxitos sin precedentes a medida que el técnico convertía a una serie de jugadores prácticamente desconocidos en un grupo bien organizado y competitivo. En mayo, en su bautismo de fuego en competición, condujo a sus pupilos hasta la final de la Copa Desafío de la AFC 2014, donde cayeron por la mínima a manos de Palestina. Por el camino dejaron a contrincantes como Turkmenistán, dos veces subcampeona, o Maldivas, anfitriona del torneo.
Pese a la decepción, los hombres de Dooley emprendieron su campaña en la Copa Suzuki de manera brillante, con un contundente 4-1 contra Laos seguido del no menos espectacular 4-0 ante Indonesia, una de las candidatas con más opciones, lo que les abrió la puerta de las semifinales. Fue precisamente esta victoria la que hizo reflexionar al entrenador.
“¡Hacía 80 años que Filipinas no ganaba a Indonesia!”, apuntó el exdefensa del Hamburgo y del Bayer Leverkusen. “Además fue un triunfo merecido. Controlamos el partido desde el primer minuto y en ningún momento se me pasó por la cabeza que pudiésemos perder la concentración y dejar escapar el encuentro. Fue lo mejor que he visto desde que estoy al frente del equipo”.
“Cuando acepté el puesto, vi que los jugadores tenían calidad”, continuó. “Les dije que necesito jugadores que quieran el balón. Si quieres el balón significa que quieres asumir la responsabilidad. Si asumes la responsabilidad, cometerás errores, y eso forma parte del fútbol y está bien. Les dije que no necesitamos a los mejores jugadores, necesitamos crear el mejor equipo. Contra Indonesia quedó claro qué equipo tenemos. Si pueden generar tanta energía, ánimo y diversión en cada partido, creo que hemos conseguido algo”.
El éxito de la selección ha devuelto la pasión por el fútbol a todo el país y Dooley se mostró convencido de que este deporte puede convertirse en el más importante de Filipinas. “Puede ser el comienzo de un gran cambio. Cuando empecé a jugar con Estados Unidos siempre dije que tenemos un problema generacional. Alrededor de 20 millones de chavales juegan y aman el fútbol, pero sus padres son aficionados al baloncesto, al fútbol americano y al béisbol”.
“Cuando pasa el tiempo y sus hijos juegan al fútbol y los padres son aficionados al fútbol, el deporte crece de manera espectacular. Aquí en Filipinas lo que hay es un problema de mentalidad. A todo el mundo le gusta el baloncesto, niños y mayores. Cuando se den cuenta de que uno se puede ganar la vida con el fútbol, cambiarán”.
Con los pies en el suelo
Con todo, Tailandia será un adversario duro de roer para Filipinas, dado que su última victoria ante este rival se remonta a 1972. En el tercer partido de la fase de grupos los Azkals dieron una imagen bien distinta contra Vietnam, la anfitriona, al perder por 3-1. Un tropiezo que invita a pensar que aún les queda trabajo por hacer si quieren seguir avanzando hasta la final.
“El encuentro con Vietnam fue diferente”, reveló Dooley. “Ya estábamos en semifinales. Carecimos de la chispa necesaria para ganar. Siempre intentamos sacar algo positivo y en este caso quizás sea el recordatorio que nos hacía falta antes de enfrentarnos a Tailandia el próximo sábado”.
Aunque su formación está preparada para dar otra sorpresa, Dooley indicó que su mejor aliado para conseguirlo será el jugador número 12. “Obviamente, Tailandia tiene una gran ventaja. Tiene una liga potente y jugadores con mucho desarrollo, algo que aquí no tenemos. Pero nuestra afición nos brinda un apoyo increíble. Siempre que jugamos, nuestros incondicionales nos muestran su cariño, independientemente del resultado. Todos sabemos qué se siente cuando ganamos y hacemos feliz a la gente. Esa debería ser suficiente motivación”.