Australia piensa a largo plazo
Hasta hace una década, los logros futbolísticos de Australia habían sido, como mucho, esporádicos. La pasión de los australianos por el deporte era evidente en numerosos ámbitos, pero apenas había conseguido colmar sus ambiciones futbolísticas. Hoy en día, la nación se ha reinventado en el deporte rey, tras recorrer una trayectoria en la que ha coronado un hito tras otro.
Sus logros más destacados incluyen tres participaciones en la Copa Mundial de la FIFA™ de los Socceroos, una gesta que cobra más valor aún si tenemos en cuenta los 32 años que estuvieron sin ser mundialistas. Y las Matildas, como se conoce al seleccionado femenino, también han protagonizado grandes avances, al alcanzar los cuartos de final de las dos últimas ediciones de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™, además de proclamarse campeonas de Asia.
Durante este tiempo hemos asistido asimismo al nacimiento y a la importante progresión de la A-League, un torneo totalmente profesionalizado. Este año, el Western Sydney Wanderers pudo celebrar la 10ª temporada del certamen adjudicándose la Liga de Campeones de la AFC. Y este mes Australia tiene la oportunidad de causar sensación tanto dentro como fuera de la cancha cuando reciba a 15 selecciones, la flor y nata del continente, en la primera Copa Asiática que organiza en su historia.
Este asombroso cambio se debe al esfuerzo y a una buena gestión, más que a la simple suerte, como ha explicado el Secretario General de la Asociación Australiana de Fútbol, David Gallop. “En nuestro deporte se ha producido toda una puesta a punto, con asistencia desde la gobernanza, a cargo del actual presidente, Frank Lowy, que ha hecho un trabajo fantástico en la revitalización del fútbol australiano, cambiando por completo la estructura y el consejo de gobierno, y con la creación de la A-League”, apunta Gallop.
Planificación del futuro
Pero Australia no está dispuesta a dormirse en los laureles, y ya piensa en el crecimiento futuro. La designación como seleccionador nacional, con un contrato de cinco años, de Ange Postecoglou, antiguo técnico del combinado sub-20, indica que el objetivo general es el éxito a largo plazo. Del mismo modo, la implantación de estructuras de desarrollo modernas tanto en el fútbol masculino como en el femenino supone uno de los pilares de los planes de la Asociación.
“Nuestra próxima fase será garantizar los programas juveniles y la interacción con nuestros clubes en un sistema de academias de formación. Todas estas cosas son para el futuro”, señala Gallop. “La de 2006 fue una generación dorada para los Socceroos, pero queremos que la próxima sea la de 2018, y ya estamos elaborando planes para que sea una posibilidad real”.
Australia perdió sus tres partidos de la fase de grupos del Mundial de Brasil el año pasado, pero obligó a Chile y a los Países Bajos a emplearse a fondo en sus respectivos compromisos, a pesar de contar con uno de los equipos menos experimentados del torneo.
“A mí me entusiasmó nuestra actuación en Brasil, aunque el marcador no reflejase el lugar en el que queríamos estar”, dice Gallop. “Teníamos un entrenador nuevo, y puso en marcha una remodelación del equipo, para incorporar a una nueva generación de futbolistas. Ahora estamos centrados en cómo lo haremos en Rusia, y en lo que nos espera antes. Contamos con una buena combinación de jugadores que compiten por todo el mundo, y también con algunos jóvenes de equipos de la A-League”.
Australia 2015 como inicio del camino a Rusia
Y si bien Rusia 2018 se perfila como una meta a largo plazo, el objetivo inmediato es triunfar en casa en la Copa Asiática que empieza este viernes en Melbourne. “Queremos llegar a la final”, afirma Gallop acerca de las ambiciones de los Socceroos. “La última vez fuimos subcampeones, solo nos superó Japón. Y nuestras aspiraciones, sobre todo teniendo en cuenta que organizamos el torneo y que esperamos que el público se vuelque con los Socceroos, consisten en llegar a la final. Y quién sabe, ojalá la ganemos”.
Pero Australia no busca el éxito únicamente en el fútbol masculino. Este año tendrá la oportunidad de dejar su impronta en el Mundial femenino de Canadá, pese a estar englobada en un grupo muy complicado, con Estados Unidos, Suecia y Nigeria. Gallop explica que parte del empuje actual del fútbol femenino australiano se debe al apoyo de la FIFA.
“Los fondos más recientes que se nos han concedido han sido para el fútbol femenino y la financiación del proyecto Goal”, detalla. “Eso nos permite tener varios directivos del desarrollo en Australia, por todo el país. Nuestro país es grande, y a veces puede ser complicado disponer de programas de desarrollo que alcancen todo el territorio. Pero estamos agradecidos por esta financiación, no cabe duda. Pensamos que nos ayudará a incrementar la participación en el fútbol femenino, y también a dar realce a la W-League, y por supuesto a nuestras Matildas, que viajarán a Canadá para disputar el Mundial”.