Aarón Hernández, condenado a cadena perpetua
Aaron Hernández, de 25 años, de origen puertorriqueño y joven promesa del equipo de Nueva Inglaterra, disparó hasta seis veces a la víctima, que en 2013, cuando ocurrieron los hechos, tenía 27 años.
El veredicto, anunciado en un tribunal de la localidad Fall River (Massachusetts), conlleva una sentencia automática de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
En el momento de su detención, Aaron Hernández había logrado un contrato de 40 millones de dólares con los Patriots, uno de los equipos de fútbol americano más reconocidos del país.
El dueño del equipo, Robert Kraft, fue testigo del juicio, en el que declaró que el jugador le había asegurado personalmente que era inocente.
La fiscalía presentó también cargos de homicidio contra dos amigos del jugador, Carlos Ortiz y Ernest Wallace, a los que acusaba de haber ido a buscar a la víctima a su casa y luego llevarlo a un área industrial de Dorchester (Massachusetts), donde perdió la vida como consecuencia de los disparos que recibió.