Walsh, de cazagoles a luchar por el futuro del fútbol femenino
La propia Sarah Walsh admite que nunca pensó que estaría en condiciones de influir en el crecimiento del fútbol femenino fuera de la cancha. Walsh, una delantera rápida y muy dinámica en su época de jugadora en activo, protagonizó una carrera que la llevó a disputar la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2007™ y los Juegos Olímpicos de 2004, además de acumular 70 internacionalidades y la impresionante cifra de 32 goles. Durante los nueve años que pasó en su selección nacional, la futbolista de Sidney tuvo una aportación notable en un periodo en el que las Matildas efectuaron avances significativos en el panorama internacional.
Ahora, la contribución de Walsh al fútbol femenino en Australia está siendo muy distinta, aunque igualmente valiosa: es la Directora de Desarrollo del Fútbol Femenino de la Asociación Australiana de Fútbol (FFA).
La FIFA ha financiado la participación de 33 mujeres de todo el mundo en la edición inaugural del Programa de Desarrollo de Liderazgo Femenino (PDLF), uno de los nueve programas de desarrollo futbolístico femenino que ofrece a sus asociaciones miembro. Y Walsh, como sus colegas de otras asociaciones, ha tenido que trabajar en un proyecto personal de nueve meses de duración que pretende aportar beneficios tangibles al fútbol femenino local. Ella ha optado por supervisar y coordinar la “Semana del Fútbol Femenino”, que se realizará por toda Australia del 8 al 14 de marzo.
Va a poner en marcha la primera “Semana del Fútbol Femenino” que se celebra en Australia. ¿En qué consiste exactamente?
El objetivo de nuestra Semana del Fútbol Femenino nacional es múltiple, aunque fundamentalmente aspira a impulsar la participación de las mujeres en todos los niveles de este deporte. Consiste en desarrollar el fútbol femenino y en aumentar el número de mujeres que participan en él. Con “todos los niveles” me refiero a jugadoras, entrenadoras, administradoras y árbitras. También consiste en crear el entorno adecuado, en promocionar la necesidad de que haya más mujeres y, en general, en celebrar el aspecto femenino del juego.
Todas las categorías del fútbol de Australia participarán de diversas maneras durante la semana, ya sea mediante iniciativas impulsadas por los clubes o con participaciones de jugadoras de la selección nacional. Habrá numerosas actividades, que abarcan desde talleres locales hasta los clubes de la A-League, y mucho más.
¿Y por qué se pone en marcha en estas fechas?
Coincide con el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, aunque sobre todo se ha elegido para coincidir con los preparativos y las competiciones de fútbol base para las próximas temporadas de invierno.
¿Y cómo sabrá si ha tenido éxito?
Obviamente, uno de los indicadores va a ser la participación durante la semana. A largo plazo, medir directamente el impacto que tendrá en la participación es más difícil. Pero con nuestra campaña “Juega al fútbol” ya hemos tenido un incremento de la participación en el ámbito nacional. Y ahora esperamos causar un impacto similar después de la Semana del Fútbol Femenino, no sólo en cuanto al número de jugadoras, sino también en esas áreas fundamentales que son los cuerpos técnicos, las administradoras y las árbitras.
¿Y en qué se inspiró para hacerlo? Por ejemplo, ¿se ha fijado en alguna iniciativa similar que haya visto en otro país?
Varias de nuestras federaciones estatales han organizado ya algún tipo de Semana del Fútbol Femenino, y pude ver una iniciativa similar durante una visita a la Asociación Francesa, que me causó una gran impresión. A raíz de eso decidí impulsar esta iniciativa a escala nacional. Para nosotras, éste no es más que el primer año, y nos gustaría que llegase a convertirse en una celebración completa del fútbol durante la semana.
Usted tuvo una mentora durante parte de los nueve meses que ha durado este Programa de Desarrollo de Liderazgo Femenino (PDLF). ¿Qué tipo de apoyo recibió a ese respecto?
Se nos asignan mentoras como la mía, Ebru Koksal, que es una consultora de la FIFA con mucha experiencia. He trabajado con ella en algunos de los programas que vamos a impartir aquí, y también me ayudó a fijar objetivos personales. Ebru ha brindado un gran apoyo y ha ayudado mucho en cuanto a la difusión, igual que mi compañera de la FFA Emma Highwood [Directora de Fútbol Femenino y Comunitario de la FFA], que también me ha ayudado en mi transición desde las canchas a las esferas administrativas.
¿Y cómo le ha ayudado a usted participar en la primera edición del PDLF?
Siempre me había interesado la gestión de proyectos, y ésta ha sido una oportunidad fantástica de trabajar en un proyecto grande desde el principio hasta el final. El programa de liderazgo me ha proporcionado oportunidades de establecer contactos, lo que me ha servido a su vez para ampliar mi red internacional de apoyos.
¿Por qué cree que es importante que haya más mujeres líderes en el fútbol?
Creo que es importante que haya diversidad en todas las áreas del deporte, y también en las actividades empresariales, ya que eso puede propiciar una toma de decisiones más amplia y más equilibrada.
¿Recomendaría el PDLF a otras mujeres?
De todos los programas que imparte la FIFA, creo que este es uno de los más valiosos. Creo que también sería un ejercicio muy provechoso para aquellas naciones en las que el fútbol femenino no es tan popular o se encuentra menos desarrollado.
¿Qué mensaje tiene para las jóvenes y las mujeres que quieran convertirse en futuras líderes?
Mi consejo a las jóvenes es que amplíen su red de apoyos e identifiquen potenciales mentores, gente con experiencia de la que se pueda aprender de forma continua. Crear mujeres líderes es un objetivo de la FFA. Tenemos 100.000 jugadoras federadas, es una cifra muy considerable, y supone la oportunidad de demostrar que somos una de las principales entidades para las mujeres que practican el deporte en Australia.