El Madrid empata gracias a la cantera contra el Lyon

Los partidos de pretemporada están para probar cosas, para ver el estado de los jugadores y eso es lo que hizo Ancelotti en Lyon ante el Olympique, un rival de entidad, mucho más rodado físicamente y que dejó en evidencia a los blancos. Más concretamente a Ancelotti y sus ensayos.

El italiano quiso romper con la rigidez táctica de su antecesor en el cargo, Mourinho, y apostó por poner de inicio a todos los jugones que tiene. Illarramendi, Di María, Isco, Özil, Cristiano y Benzema jugaron a la vez en un 4-3-3 en el que Illarra era el único pivote, con Di María e Isco al lado.
Una prueba más que rara porque eso de defender no fue mucho con el argentino y el andaluz que dejaron solo a Illarra, que hacía lo que podía ante un Lyon que presionaba muy arriba y que encontró en la banda izquierda una autopista con Cheryshev como lateral izquierdo, con todo lo que eso significa.

Por ahí llegó todo el peligro del equipo francés que acorraló al Madrid que gracias a Diego López no se fue al descanso con una goleada. Bueno, a eso y a los fallos de los delanteros galos que se hartaron de errar ocasiones ante un Real Madrid que quería tener el balón pero no sabía y que se empeñó en entrar siempre por el centro con paredes y toques de primeras que nunca encontraron al remtador.

Ese papel era de Benzema pero estaba completamente desaparecido en combate. Ni siquiera pudo echar mano de la carta de Cristiano que no hizo nada en una primera parte muy mala de los blancos que sólo dispararon dos veces entre los tres palos y que pudieron ir dando gracias de irse al descanso sólo perdiendo por 1-0. Un gol, el del Lyon que llegó en el minuto 19 por mediación de Grenier que de primeras remató de forma espectacular un centro de Lacazzette.

No acabaron ahí las desgracias blancas porque en el minuto 35 se tuvo que retirar Illarramendi porque se resintió de sus molestias musculares. En su lugar entró Casemiro y lo cierto es que el Madrid tuvo más presencia en la medular.

Empate con canteranos

Viendo el desastre absoluto de la primera mitad, Ancelotti aplicó aquello de ‘los experimentos, con gaseosa’. De entrada, quitó a Özil y a Benzema para dar entrada a Modric y Khedira. Vamos, que reforzó el centro del campo dándole más músculo y dotó al ataque de la imaginación de Isco con Cristiano como delantero centro. El Madrid mejoró bastante porque podía luchar con el Lyon en la medular.

Los blancos habían conseguido frenar a los franceses que no fueron el equipo arrollador de la primera mitad. Incluso llegaron con cierto peligro al área de Lopes. Sin embargo, cuando parecía que el Madrid dominaba llegó el minuto 60 y el 2-0 del Lyon. Centro al área que Nacho, hoy central, no puede rechazar y el balón le queda a Lisandro, que se adelanta a un flojísimo Pepe y bate a un Adán que entró tras el descanso.

Ese tanto acabó con cualquier esperanza del Madrid de ganar este amistoso o al menos es lo que demostró Ancelotti al quitar justo después del gol a Cristiano Ronaldo, Isco y Pepe para dar entrada a los canteranos Casado, Mateos y Morata. Precisamente este último es el que más busco el gol y lo encontró en el minuto 78 al convertir un penalti que provocó Cheryshev. Era el 2-1 que inyectó moral a un Real Madrid histórico con siete canteranos en el terreno de juego y que encontró el empate en el minuto 84 por obra de Casemiro a la salida de un córner. Un 2-2  con el que acabó un partido en el que Ancelotti probó y falló.