La Italia de 1982, en cifras
Detrás de la conquista italiana de la XII Copa Mundial de la FIFA se esconden algunas estadísticas menos famosas pero mucho más curiosas y fascinantes, las reúne todas, todas, todas, especialmente para ti. Tre, due, uno…
40 minutos pasó Enzo Bearzot en la habitación de hotel de un Paolo Rossi a punto de ebullición la víspera del partido contra Brasil… hablando de pintores cubistas y surrealistas. “El viejo” sabía lo suyo de Pablo Picasso, Salvador Dalí y los demás, pero tuvo que pedir información adicional a un miembro del personal de la selección para mantener una conversación realmente profunda con aquel delantero fanático del arte en un intento por calmarle los nervios. Funcionó. Rossi pintó Barcelona de azul.
30 segundos dejó de latir el corazón de Giancarlo Antognoni tras un choque horripilante en noviembre de 1981. En un encontronazo accidental, una rodilla del portero del Genoa Silvano Martina se le clavó al número 10 del Fiorentina en plena cara. Claudio Onofri, capitán del Genoa, clamó: “Está muerto, está muerto”, pero la recolocación de la lengua y el boca a boca le devolvieron el pulso a Antognoni. A pesar de haberse fracturado el cráneo por dos sitios, el mediocampista se recuperó como por milagro y proporcionó tres asistencias en seis apariciones en España 1982, un registro solo superado por Zico y Pierre Littbarski.
25 partidos sin conocer la derrota es la cifra que todo el mundo suponía que alcanzaría Brasil, y encima dándose un paseo, contra Italia. Los brasileños habían registrado su última derrota en enero de 1981, un 2-1 contra Uruguay en Montevideo, con las notables ausencias de Falcao y Zico. A partir de entonces, la Seleção había ganado los siete partidos disputados en Europa, incluidas victorias contra Inglaterra en Londres, contra Francia en París y contra la República Federal de Alemania en Stuttgart.
23 faltas, ni más ni menos, cometió Claudio Gentile sobre el astro argentino Diego Maradona. Cuando, tras el partido, le preguntaron por su juego expeditivo, el defensa nacido en Libia declaró: “El fútbol no es para bailarinas”.
21 años y diez meses era la enorme diferencia de edad que existía entre Giuseppe Bergomi, de 18 años, y Dino Zoff, de 40, el segundo jugador más joven y el jugador más veterano que han disputado una final del Mundial. La siguiente diferencia de edad más amplia entre dos jugadores titulares de un equipo victorioso en una final mundialista son los 15 años y cinco meses que separaban a Pelé y Nilton Santos durante el encuentro decisivo de 1962. Solo cuatro años y cinco meses se llevaban el titular más joven y el de más edad de Francia, Zinedine Zidane y Frank Leboeuf, en 1998.
14 horas y 56 minutos duraba la sequía de goles internacionales que arrastraba Paolo Rossi hasta que abrió la lata en el impresionante partido contra Brasil. El jugador toscano había visto puerta por última vez con Italia en la derrota por 4-1 a manos de Yugoslavia más de tres años antes. Aquel gol de Rossi contra los brasileños fue también el primero que el artillero anotaba en nueve horas y 27 minutos de juego en el Mundial, después de no haber conseguido marcar en 257 minutos en Argentina 1978 y de tardar cinco partidos en romper el maleficio en España.
7 jugadores no fueron usados por Bearzot: Franco Baresi, Ivano Bordon, Giuseppe Dossena, Giovanni Galli, Daniele Massaro, Franco Selvaggi y Pietro Vierchowod, todo un récord para un equipo campeón del Mundial desde que se introdujeron los suplentes en 1970. Además, Italia utilizó solo 13 titulares en España, la segunda cifra más baja entre todos los campeones de la competición. Brasil usó 12 jugadores en 1962, pero disputó solo seis partidos. Por el contrario, todos los miembros de la plantilla de Francia menos dos – los porteros suplentes Lionel Charbonnier y Bernard Lama – formaron parte del once inicial durante la edición de 1998.
6 jugadores del Juventus fueron titulares en el Bernabéu: Zoff, Scirea, Gentile, Cabrini, Tardelli y Rossi, con lo que igualaron el récord de mayor cantidad de jugadores de un mismo club en el once inicial de un equipo triunfador en la gran final del Mundial. Sepp Maier, Hans-Georg Schwarzenbeck, Franz Beckenbauer, Paul Breitner, Uli Hoeness y Gerd Muller, todos ellos del Bayern de Múnich, fueron titulares de la República Federal de Alemania en el encuentro decisivo de 1974. Posteriormente, seis futbolistas del Barcelona y seis del Bayern formaron parte respectivamente del once inicial de España en la final de 2010 y del de Alemania en la de 2014.
4 es la posición en la que terminó el histórico e histérico alarido de Marco Tardelli contra la República Federal de Alemania en una encuesta de la BBC sobre los 100 mejores momentos de los Mundiales. La siguiente celebración de gol que alcanzó un mejor puesto, la mítica cuna de Bebeto en 1994, se quedó muy atrás, en la posición 49ª.
3 entre los diez primeros: son los jugadores italianos del once inicial campeón en la final del Mundial que figuraron en la recopilación “50 hombres más duros” publicada por el periódico The Times. Gentile, Bergomi y Tardelli ocuparon respectivamente la octava, novena y décima posición, por delante de hombres como Roy Keane, Antonio Rattin o Graeme Souness. Lideró la lista Andoni Goikoetxea, “El carnicero de Bilbao”.
3 goles en el partido contra Brasil hicieron de Paolo Rossi el noveno jugador que conseguía tamaña gesta. Han tenido que pasar 30 años para que Lionel Messi se convirtiera en el décimo.
2 de los cuatro italianos que tuvieron un cromo en el Álbum del Mundial de Panini, terminado de editar antes de que se anunciaran las selecciones participantes, no consiguieron cruzar el Mediterráneo hasta las costas españolas. Roberto Pruzzo, recién coronado capocannoniere por segunda vez consecutiva, se quedó en tierra por sorpresa y su puesto lo ocupó Daniele Massaro, un jugador que había anotado tan solo un gol en la Serie A. Bearzot hizo todo lo posible para demorar el anuncio de su combinado a fin de proporcionar a Roberto Bettega la oportunidad de regresar tras una lesión del ligamento de la rodilla, pero al final no le quedó más remedio que claudicar.
0 partidos ganó La Nazionale en el Grupo 1. Todas las demás selecciones campeonas en el Mundial se han impuesto al menos en dos de sus tres primeros partidos en la competición. Italia empató los tres, al igual que Camerún, pero pasó de ronda gracias al número de goles anotados: uno más que sus rivales. Ninguno de los otros cinco equipos que han superado la primera fase sin conocer la victoria (Bulgaria y Uruguay en 1986, Países Bajos y República de Irlanda en 1990, y Chile en 1998) ha ganado ningún partido de la ronda eliminatoria.