Alonso pasará unas pruebas, pero confía estar para Austin
Fernando Alonso está bien. Primera cosa. El piloto español que sufrió un fuerte impacto durante el pasado GP de Abu Dhabi en el adelantamiento a Jean Eric Vergne, sufre las secuelas propias de un accidente de ese tipo, dolor en las cervicales, presión en la cabeza… poco más.
Es decir lo más lógico y normal sería que el asturiano se subiera a su Ferrari en el próximo gran premio en el circuito de Austin sin ningún problema.
Las pruebas que el piloto pasó en Abu Dhabi el domingo y las posteriores que le hicieron no desvelaron ningún tipo de fractura ni lesión importante. Sin embargo los protocolos de la FIA cuando se sufre un impacto de una determinada fuerza G insisten no sólo en esas pruebas después de la carrera, sino también antes de la siguiente.
Así las cosas el asturiano tendrá que someterse a una nueva revisión el jueves en Austin para certificar que puede correr. Pero no sólo eso, la propia escudería Ferrari está siguiendo con atención la recuperación de Alonso y, según ha declarado un portavoz a AS, también quiere que pase unas pruebas médicas propias porque no le desean correr ningún riesgo.
Alonso, por su parte, quiere correr y no ve ningún problema en que así sea, se ve con fuerzas y con ganas para terminar la temporada.
También ha habido en los últimos días cierta controversia respecto a la fuerza G real que tuvo que soportar el Ferrari del doble campeón español. Lo cierto es que la FIA tiene dos sensores, uno de ellos habló de 15G y otro de 28G, pero realmente, según diversas fuentes aún se desconoce realmente cuál fue, pero estuvo alrededor de los 25G y por esa razón la FIA pide todas estas revisiones.
Desde el entorno del piloto quitan importancia a la lesión y lo ven como algo normal cuando se ha recibido un golpe de esas características. Alonso está siguiendo un plan de recuperación y espera estar al cien por cien para las dos últimas carreras del Mundial.