Andy Murray, cuarta final… y cuarto del mundo
En enero de 2014, tras convalecer de una operación de espalda, Andy Murray abandonó el cuarto lugar en la Lista de la ATP. Ahí, Andy había llegado al segundo puesto mundial después de su histórico éxito de 2013 en Wimbledon. Era el primer título en el All England Club para un británico en 77 años, después de Fred Perry en 1936… y valió a Andy ser nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico (OBE).
Al siguiente mes de septiembre, 2014, el escocés descendió al número 12 del ranking, después de haber remontado la travesía de varios desiertos: la rehabilitación de la espalda, su puesta a punto competitiva… y la crisis técnica que sufrió cuando no tuvo más remedio que sustituir a Ivan Lendl por un nuevo entrenador: que fue Amélie Mauresmo, la francesa que también supo ganar en Wimbledon… y en Australia (2006). Fue precisamente la eliminación en los cuartos de Wimbledon, bajo la raqueta del búlgaro Dimitrov, la primera gran prueba para la controvertida relación Andy-Amélie. Pero justo tras Wimbledon, Murray despidió a su amigo y asesor técnico, Dani Vallverdú, eclipsado por Mauresmo. A finales del otoño, Andy, espoleado por Mauresmo (“me gusta Amélie porque me pregunta constantemente y me hace pensar y buscar respuestas”, reveló Murray hace muy poco)… empezó la remontada.