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Arsene Wenger cumple veinte años como entrenador del Arsenal

1996-2016-las-dos-caras-arsene-wenger-1475234745509Arsene Wenger cumple este sábado veinte años como entrenador del Arsenal. El uno de octubre de 1996 fue anunciado oficialmente por el club en una apuesta que nadie imaginó llegase hasta aquí.

El ‘Arsene… Who?’ es leyenda en Londres. Cuando se dio por hecho su fichaje el Evening Standard saludó su elección el 22 de septiembre con esta pregunta burlona, más aún considerando que el Arsenal le fichó después de que Johan Cruyff, despedido en el Barça cuatro meses antes, rechazase una oferta gunner.

Veinte años después todo el mundo sabe el apellido de Arsene porque Wenger es leyenda no solo en el Arsenal, sino un personaje capital en el mundo del fútbol. Y es el tipo que, elogiado sin medida o atacado sin piedad, ha convertido a los gunners en un equipo especial y diferente.

Contra la burla del “es un experto en fracasar” con que le criticó Mourinho, el alsaciano presenta un currículum de descubrimientos futbolísticos único y a pesar de quedar en los últimos tiempos un peldaño por debajo de sus grandes rivales en la Premier, puede decir bien alto que él siempre clasificó a su equipo para disputar la Champions y que desde 2004 siempre alcanzó, por lo menos, los octavos de final.

“Tuvo un impacto inmediato en el club. Apenas comenzar a entrenar con él entendimos que nos gustaría el cambio que iba a significar” explicó Nigel Winterburn, defensa en su primer proyecto y uno de los hombres que vivieron el cambio del ‘Aburrido Arsenal’ del pasado.

Wenger acabó con la cerveza, el chocolate y las golosinas en el vestuario, en una medida que chocó con uno de los líderes de la plantilla, Tony Adams, que en su momento reconoció que recibió a su nuevo entrenador sin demasiado entusiasmo. “No le conocíamos, no sabíamos quien era… Y antes de firmar quiso hacer variaciones tácticas en un partido que jugamos en Mönchengladbach. En el equipo aquello no sentó bien y fue lo primero que le dije” recordó el legendario central años después…

Admitiendo que la opinión cambió rápidamente y que el entrenador francés “se ganó rápidamente el respeto de todos y, de entrada, lo que hizo fue esforzarse en entender a todos sus jugadores”.

“Era increíble porque realmente te hacía sentir que eras el mejor del mundo en tu puesto. Impuso una dieta que hoy es norma común pero entonces fue una auténtica novedad y nos puso el balón como parte principal de los entrenamientos. Fue una revolución” sentenció Winterburn.

El nuevo manager del Arsenal llegó a Inglaterra para convertirse en el segundo entrenador no británico de la Premier aquella temporada 1996-97, junto a Ruud Gullit, nombrado en el Chelsea poco antes. El holandés, curiosamente, estaba llamado a convertirse en una institución en el fútbol inglés frente a la burla que provocaba Wenger. La historia fue diametralmente distinta.

“Bromeábamos llamándole Inspector Clouseau por su aspecto y su forma de andar, pero pronto nos dimos cuenta de lo que iba a significar” descubrió Ian Wright goleador legendario del club antes de la llegada de Thierry Henry y de la eclosión del mejor Arsenal.

Si dos meses antes de su llegada el Arsenal había fichado a Vieira, su primera decisión de peso fue, en febrero de 1997 incorporar al joven Anelka desde el PSG. Pero los cambios y el éxito llegarían al siguiente curso. Fichó a Petit y Overmars y con un juego que en la prensa mereció calificativos como ‘continental’, ‘excitante’ o ‘arriesgado’ los gunners enlazaron 13 partidos sin perder en Inglaterra… Y cerraron el curso conquistando el primer doblete del club desde 1971.

Fue aquella temporada 1997-98 “trascendental” en el futuro del equipo, según reconoció tiempo después Dennis Bergkamp, recordando que en Navidad el equipo había caído a la sexta posición de la Premier y que Wenger reunió a su plantilla para hacerles creer. “las casas de apuestas empezaron a pagar a quienes habían puesto su dinero por el Manchester United y acabamos ganando nosotros” refrescó el ex delantero holandés.

Ljungberg fue el siguiente en llegar en el verano de 1998, coincidiendo con la marcha de Platt y Wright. “Ya éramos un equipo totalmente distinto a todos los de Inglaterra” confirmó Overmars, a quien se sumó en el ataque Kanu.

Hasta 2005 el Arsenal conquistó otros ocho títulos y fue el único que plantó cara al Manchester United. Y en julio de 2006, dos meses después de perder la final de la Champions League frente al Barça de Rijkaard y Ronaldinho en París, el club gunner inauguró su nuevo estadio en Ashburton Grove.

Atrás quedó la leyenda de los Invencibles, del mejor equipo que enlazó 49 partidos de Liga sin perder para conquistar la Premier en 2004, y el ánimo renovado con que recibió el KO de París, al que saludó el entrenador con un “volveremos”… Que no se cumplió.

“Es vital para el crecimiento del club, pero a corto plazo provocará problemas en el equipo, porque habrá que financiar el nuevo estadio” advirtió Wenger en su primera conferencia de prensa en el Emirates. Y sus advertencias acabaron por ser una realidad.

Ashley Cole se marchó al Chelsea, Pires al Villarreal, Campbell y Lauren al Portsmouth, Reyes al Real Madrid y Bergkamp se retiró. Llegaron Denilson, Gallas, Baptista, Rosicky y Song. Y el rendimiento del equipo, en el que ya mandaba Cesc Fàbregas, comenzó a quedar por detrás de los grandes.

En 2007 se produjo otro de los cambios que se explican como causa de la pérdida de competitividad del equipo, al abandonar el club David Dein, director ejecutivo, gran aliado de Wenger y cuya salida precedió al traspaso de Henry al Barça.

Y llegó la sequía. El Arsenal no podía competir en el mercado con los otros grandes de la Premier o de Europa y el carácter del entrenador empezó a ser menos agradable. “No sabe encajar las derrotas. Siempre encuentra una explicación y es especialista en desviar la atención” le criticó en su momento Ferguson.

Su personalidad intocable alrededor del Emirates fue perdiendo consistencia y en los últimos años ha crecido entre la hinchada la protesta y la exigencia de que abandone el cargo.

Wenger cumplirá este domingo en Burnley su partido número 1.130 como entrenador del Arsenal y, acabando contrato a final de temporada, existe una sospecha generalizada que no seguirá al frente del equipo más allá de junio. Justo cuando su nombre es relacionado con la selección…

“Mi prioridad es el Arsenal porque este ha sido siempre mi club, pero si un día estoy libre no veo porqué no podría aceptar” ventiló este viernes la pregunta acerca de su posible marcha a la selección de los Three Lions.

Irreconciliable con Mourinho, quien le llegó a acusar de ser “un voyeur” y con la sensación de que su tiempo en el Emirates está cercano al final, Arsene Wenger cumple este sábado veinte años como entrenador del Arsenal. “Conmigo acabará una época” dijo no hace mucho tiempo, recordando que tras la retirada de Ferguson nadie ha permanecido tanto tiempo en un banquillo.

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