Bale y los galeses dejan escapar una oportunidad de oro
Gales dejó escapar ante Bosnia una oportunidad de oro. Tras la derrota de los bosnios ante Chipre en la primera jornada, una victoria habría dejado a los galeses con la clasificación encarrilada. Con Bale como capitán general y conscientes de la importancia del choque, los galeses salieron dispuestos a mandar en el encuentro y en apenas 15 minutos ya habían gozado de tres ocasiones.
Coleman dio libertad absoluta en la mediapunta al madridista, quien aparecía por ambas bandas, lanzaba las faltas, asistía, remataba… Un peligro constante que duró apenas 25 minutos, el tiempo que tardó Pjanic en coger la batuta y hacerse dueño y señor del duelo. El mediocentro del Roma lideró a una Bosnia que apretó en la recta final del primer tiempo y tuvo varias ocasiones claras, pero se encontró siempre con un Hennessey, portero galés, que comenzaba a erigirse como el héroe local.
La segunda mitad arrancó con la misma tónica que se había seguido en el final de la primera: Bosnia apretaba a una Gales replegada y Hennessey desbarataba una y otra vez todas las oportunidades de los visitantes. Así transcurrió el choque hasta el minuto 75, cuando Bale despertó de su letargo y puso un centro medido que Williams cabeceó alto. Desde entonces, el de Cardiff monopolizó todas las jugadas de ataque de su selección y tuvo dos ocasiones claras. En la primera, en el 81’, remató flojo con la derecha tras deshacerse de dos rivales y en la segunda, en el 93’, se encontró con la mano milagrosa de un Begovic que apenas había tenido trabajo hasta ese momento.
Al final, el reparto de puntos fue justo y dejó satisfechos a ambos. Gales mantiene intactas sus opciones y Bosnia logra salir viva de un encuentro que podría haber comprometido seriamente sus opciones de clasificación.