Cesc Fàbregas no tiene ninguna intención de dejar el Barcelona
Cesc Fàbregas no tiene ninguna intención de dejar el Barcelona por voluntad propia. A pesar de que la temporada no ha sido todo lo satisfactoria que hubiera deseado, el centrocampista de Arenys piensa seguir la próxima temporada en la Ciudad Condal.
En los últimos días se ha especulado mucho en la prensa inglesa con la posibilidad de que dejara el Barcelona y regresara a Inglaterra, concretamente al Arsenal, pero ésa no es su intención. Se llegó a decir que se había comprado una casa en Londres, algo que tampoco se corresponde con la verdad ya que el jugador hace tiempo que tiene dos pero no ha adquirido ninguna nueva vivienda.
Al contrario, lo que sí ha hecho es comprarse una casa en Castelldefels lo que indica claramente cuáles son sus intenciones de futuro. Cesc llevaba mucho tiempo buscando una vivienda en Barcelona y hasta el mes pasado no concretó la adquisición de este nuevo inmueble.
El futbolista espera tener mayor protagonismo la próxima campaña sobre todo en los partidos importantes. En esta temporada en los últimos encuentros disputados en la Champions League, no ha sido titular en varios de ellos. Y es que la situación de Cesc ha ido variando con el transcurso de los meses.
Trayectoria irregular
Comenzó en el banquillo en los primeros partidos frente al Madrid en la Supercopa. Una situación que se unía a la pérdida de la titularidad en los últimos partidos de la temporada anterior. Fueron momentos complicados, el Camp Nou llegó a silbarle, hasta que Vilanova intervino y le buscó hueco en el centro del campo desplazando a Iniesta a la posición de extremo izquierda.
Las cosas comenzaron a funcionar, tanto en el plano personal como en el colectivo. Con la llegada del nuevo año y la marcha de Tito a Nueva York las cosas comenzaron a torcerse. Cesc pagó su mal partido en Milán y perdió la titularidad. Iniesta bajó otra vez al centro del campo y Fàbregas visitó el banquillo de nuevo.
En los partidos importantes no entraba hasta que Messi se lesionó. Sin embargo, el equipo ya estaba roto. En algún partido, la afición volvió a pitar a Cesc. A pesar de estos silbidos, el futbolista tiene claro que no piensa arrojar la toalla y seguirá.
