Chicago Bulls contra Miami Heat en semifinal
Los Chicago Bulls completan la lista de los ocho equipos de la NBA que aún mantienen la temporada en vigor, y se enfrentarán a partir del lunes a Miami Heat en semifinales de la Conferencia Este. Pese a jugar sin Kirk Hinrich (contusión en el gemelo) y sin Luol Deng, que pasó controles médicos en búsqueda de meningitis en un hospital de Chicago (ya ha salido con el alta), los Bulls batieron por 93-99 a los Nets en el séptimo partido de su serie, en Brooklyn. Balance final, 4-3 para los Bulls. El pívot Joakim Noah, que apenas podía correr al inicio de la serie (por fascitis plantar) decidió el resultado, con 24 puntos (12/17 en tiros) y 14 rebotes después 41 minutos en juego. Con todo concluido, Noah fue a fundirse en un abrazo con su madre, presente en las decepcionadas tribunas del Barclays Center de Brooklyn. “Este equipo siempre ha tenido su espíritu de lucha y por eso hemos ganado la serie, al demostrar cómo hemos sabido reaccionar tras cada derrota”, se felicitó Tom Thibodeau, entrenador de los Chicago Bulls.
En el descanso, los Bulls dominaban por 44-61 (con pitos para los Nets a partir del 40-57), gracias al buen trabajo de Noah y Carlos Boozer (17 puntos). Tras el intermedio, los espoleados Nets se acercaron hasta 65-69, gracias al esfuerzo de Deron Williams (24 puntos, siete asistencias) y un par de triples de Gerald Wallace: 19 puntos, con 3/8 en tiros de tres. Con 21 puntos y nueve rebotes, Brook Lopez también intentaba rescatar a unos Nets que no podían contar con ayuda de Joe Johnson: seis puntos a través de un horrible 2/14 en tiros. Pero ahí, en ese pivotal tercer cuarto, los Bulls se equilibraron y sí hallaron munición suplementaria en Marco Belinelli (24 puntos), Nate Robinson, (12 tantos) y Jimmy Butler (nueve).
El tercer cuarto se remató con 75-82. Desde ahí mandó la sólida defensa que Thibodeau ha organizado y ajusta a diario en el club de Chicago: los Nets se detuvieron en el 40,7% de tiros de campo (8/25 en triples, 32%), muy lejos del 48,8% de los Bulls. “No fuimos tan agresivos como ellos, ni en defensa ni en rebotes, sobre todo al final del primer tiempo”, dijo P. J. Carlesimo, técnico de los Nets, que, pese a todo, tuvieron ventaja de 43-40 en la cuenta de rebotes: lo último positivo que hicieron antes de irse de vacaciones.
Las semifinales de Conferencia arrancan hoy con los duelos Oklahoma City Thunder-Memphis Grizzlies (a partir de las 19:00 horas en España, en el Chesapeake Energy Arena, Oklahoma City) y New York Knicks-Indiana Pacers, llamados a medirse en el Madison Square Garden neoyorquino desde las 21:30 horas en España. Mañana siguen Spurs y Warriors (en San Antonio) y Heat contra Bulls, ya en Miami. “Muy orgulloso de mis compañeros… tras disfrutar, vamos de vuelta al trabajo… nunca es fácil”, tuiteó Marc Gasol desde Memphis. En Oklahoma, Serge Ibaka se dedicaba a celebrar el 29 cumpleaños de Thabo Sefolosha, su compañero suizo de los Thunder (Sefolosha nació en Vevey)… mientras la entera organización de los Thunder hace lo que humanamente está en sus manos para acelerar la recuperación de ese decisivo menisco de Russell Westbrook.
Entre el ruido de sable de los que ya se han ido derrotados sobresale el fragor que emerge del vestuario de Los Angeles Clippers, reducidos a consolarse con el título menor de la Pacific Division: “No puedo creer que hayamos perdido de esta manera… los Grizzlies son un buen equipo pero eran batibles, accesibles. Ahora tengo que pensar mucho sobre mi futuro”. Si se sabe que estas palabras las dijo Chris Paul, y que el mismo Paul discutió agriamente con el minimizado ‘monstruito’ Blake Griffin en el vestuario del FedEx Forum de Memphis, después de la cuarta y última derrota ante los Grizzlies, entonces estas palabras se adivinan como algo bastante inquietante para la franquicia de los Clippers…