Chris Paul regresa en casa y dirige la paliza del año
Los Clippers (36-18) son uno de los equipos más en forma de la NBA, cada vez con más aspecto del aspirante que parecía que podían ser en el inicio de la temporada. Después de 18 partidos sin Chris Paul saldados con muy buena nota (12-6), celebraron el regreso del base con la paliza de la temporada, 45 puntos de diferencia ante unos desarbolados Sixers que ni vieron venir el tren que les arrolló: 46-15 al final del primer cuarto.
Blake Griffin, que llegará al All-Star como uno de los jugadores más en forma del momento, se fue a 26 puntos y 11 rebotes y confirmó un dominio arrollador en las zonas con los 20 rebotes y 4 tapones de DeAndre Jordan.
Antes de este partido sin más historia que otro recital de mates de Griffin y los 7 puntos y 8 asistencias de Paul en su regreso, nunca habían ganado los Clippers por más de 40 puntos. Su tope eran 39, 121-82 ante Chicago Bulls. El partido comenzó con un 13-0 que sentó las bases de la paliza y de ahí a un 30-5. Los Sixers allanaron el camino a su rival con pérdidas tontas y 17 fallos en sus 19 primeros tiros. De ahí a un nefasto 27% en tiros de campo (3/28 en triples) que contrasta con el 56% de unos Clippers que jugaron a su antojo.