Comienza una nueva etapa en los Kings: Shaqramento
Sacramento Queens. Así denominó el exLaker Shaquille O’Neal a los Kings de la NBA tras un tenso séptimo partido de las finales de la Conferencia Oeste en 2002. Trece años después, el pívot se ha convertido en accionista minoritario de la franquicia californiana y ha dado lugar a un nuevo apodo: Shaqramento Kings. “Estábamos asustados, no por los propios Sacramento Kings, sino por el ambiente. Era un lugar duro para jugar. Queremos devolver la energía y la emoción [a la franquicia]”, intentó explicarse O’Neal.
Los Kings y O’Neal han estado en contacto durante todo el verano porque el socio mayoritario de la franquicia, el indio-americano Vivek Ranadive, le pidió que fuera el mentor de la estrella del equipo, DeMarcus Cousins, de 23 años. “Lo creáis o no, somos jugadores parecidos. Pero yo era más extrovertido. Mi trabajo con él no será de movimientos, sino más bien de conversaciones. Queremos construir el equipo alrededor de DeMarcus, él necesita entender que cuando eres un líder, los otros te seguirán cuando te vean como un perfecto ejemplo. Tendrá que jugar cada partido y aceptar el rol. Esas serán las conversaciones que tendré y que ya han empezado”.
La intención de los propietarios de los Kings es la de convertir a la franquicia en una referencia y volver a los playoffs siete años después. Hace unos meses los pronósticos no eran tan halagüeños. Los Kings estuvieron a puntos de trasladarse a Seattle, pero con la llegada de Ranadive (y los 400 millones de euros que desembolsó) el proyecto se frenó. Ahora, los Shaqramento Kings ya han comenzado a reinventarse para volver a la élite.