Deschamps: “Lo primordial es el espíritu colectivo”
“Napoleón decía que, para ganar batallas, hace falta buenos soldados y buena suerte. Didier siempre la ha tenido. Me pregunto si cuando nació se cayó en la pila del agua bendita”, comentaba Michel Platini en 2012 a propósito de Didier Deschamps. Aunque resulta un tanto reduccionista explicar los numerosos éxitos del actual seleccionador de Francia por el mero factor fortuna, todo induce en efecto a pensar que Deschamps nació bajo el influjo de una estrella propicia.
Hay que reconocerlo: todo lo que toca el de Bayona se transforma en oro. Como futbolista lo ganó todo, o casi, por dondequiera que pasó. En 1993, fue el primer francés en levantar el trofeo de la Liga de Campeones de la UEFA con un club de Francia, el Olympique de Marsella. Tres años después, triunfó por segunda vez en la misma competición con la camiseta del Juventus de Turín. La consagración definitiva le llegó en 1998 al convertirse en el único capitán de la selección francesa que ha alzado la Copa Mundial de la FIFA.
Señor Deschamps, ahora que todo se ha resuelto de la mejor manera, ¿qué le ha parecido la campaña clasificatoria de la selección de Francia?
Fue complicada. Nos tocó en un grupo de cinco equipos junto con el campeón del mundo, España. Y se cumplió la lógica deportiva, puesto que los españoles se clasificaron directamente, mientras que nosotros tuvimos que pasar por la repesca. Estos partidos de la repesca nunca son fáciles. Frente a Ucrania, la pifiamos en la ida. Pero logramos salvarnos en la vuelta. Al final, ha sido una gran satisfacción haber alcanzado el objetivo y haber vivido intensas emociones en el Estadio de Francia en comunión con nuestro público. Eso da mucho placer.
Este género de hazañas, ¿no es típicamente francés?
Muchos franceses nos dieron su apoyo. La prensa puede escribir y decir muchas cosas, pero la gente, mis colaboradores y yo teníamos fe en los jugadores. Eso fue lo más importante. Es verdad que esta clasificación se ajusta a la tradición francesa. Cuando está en apuros, el deportista francés tiene tendencia a consumar la proeza. En cambio, cuando es favorito, le cuesta responder a las expectativas. En nuestro caso, nos encontramos entre la espalda y la pared después de perder 2-0, y sin embargo conseguimos clasificarnos. De este modo, la emoción fue mucho mayor.
¿Qué les dijo a sus jugadores?
Antes del partido les dije que tenían la ocasión de hacer historia. Los protagonistas son ellos, los jugadores. Evidentemente, el seleccionador y su cuerpo técnico son personas importantes, pero los actores son los futbolistas. Después del partido, les felicité. Tenían derecho a sentirse orgullosos de sí mismos. Ahí estaban sus amigos, sus familiares. Dieron una tremenda alegría a los aficionados franceses, a mucha gente. Y no era fácil. Pero ganaron el pulso y alcanzaron el objetivo que la selección de Francia se había propuesto.
¿Se ha pasado definitivamente la página de Sudáfrica 2010?
Nadie podrá borrar lo que ocurrió en 2010. Forma parte de la historia. Pero no hay que regodearse en el pasado. Lo importante es este Mundial, y la próxima Eurocopa, que en 2016 se organizará en Francia. El equipo galo debe ser ambicioso y lo más competitivo posible. Iremos a Brasil con ganas de llegar lo más lejos posible.
¿Existe algún estereotipo de jugador que sea imprescindible llevar a una competición tan exigente como la Copa Mundial de la FIFA?
Lo primordial es el espíritu colectivo. La noción de frescura puede ser un aspecto fundamental. Si hay jugadores que han jugado un poco menos las semanas anteriores al Mundial, tanto mejor. Llegarán un poco menos cansados. Otro factor decisivo, como es lógico, es el talento individual. Pero lo más importante es el espíritu colectivo y de conquista. Vamos a vivir varias semanas juntos entre el inicio de los preparativos y el final de la competición. La vida del grupo y su estado de ánimo son esenciales. No será eso lo que nos haga ganar los partidos, pero pienso que sin eso tampoco se pueden obtener resultados positivos.
El hecho de que la próxima prueba reina se escenifique en Brasil, ¿supone un plus de magia?
Sí, es la tierra del fútbol. En general, todo el mundo sueña con el Mundial: jugadores, seleccionadores y seguidores. Pero Brasil aporta además el lado festivo. En cualquier caso, no hay nada más bonito que un Mundial, sea en Brasil o en cualquier otro sitio.