Diego Costa mantiene un Atleti triunfal
Cierta duda se posaba sobre el eufórico ambiente que se respiraba en un Vicente Calderón lleno. Los atléticos, acostumbrados desde hace tiempo a que la marcha de su equipo no vaya tan sobre ruedas como ahora, temían que los suyos, después de las dos victorias en Bernabéu y Do Dragao, rebajasen el pistón ante el Celta en el Calderón. Una interrogación que Simeone se encargó de desactivar en la sala de prensa en la previa del partido. Y que los suyos desvanecieron en apenas unos minutos de partido ante los celestes.
El resumen del primer tiempo de los rojiblancos fue categórico a este respecto: un tanto, un penalti fallado y siete ocasiones claras de gol. En el segundo, menos ocasiones, pero otro tanto. Victoria para aguantar el ritmo del Barça. Diego Costa, pichichi. Y un único pero, David Villa sigue sin ver puerta.
El objetivo era claro: marcharse al nuevo parón de Liga sin conocer ni derrotas ni empates. Frente a ellos tenían a un Celta decidido a dar un golpe sobre la mesa. Un rival incómodo de los que llegan sabiendo que no tienen nada que perder. Los celestes, aferrados a una idea de juego de Luis Enrique que no acaban de ser capaces de ejecutar sobre el césped, pronto comprobaron que sus intenciones chocaban con el firme propósito atlético de mantener el ritmo del Barça.
El cuadro colchonero inició el partido mordiendo. Decidido a despejar dudas: no se cansan de ganar. Con Juanfran y Filipe orquestando el juego ofensivo para desnudar a un rival que aglutinaba a demasiada gente en el centro, comenzó el carrusel de ocasiones. La más clara la tuvo Villa a los nueve minutos, cuando se quedó sólo ante Yoel tras un pase en profundidad medido de Diego Costa. El Guaje, que sigue reñido con el gol, falló.
Después de varios acercamientos peligrosos, el partido parecía llamado a tomar otros derroteros con el penalti cometido sobre Filipe Luis que el pichichi Diego Costa, muy presente de nuevo hoy, se decidió a transformar. Sin embargo, en ese momento emergió el mejor jugador del Celta. Yoel atajó la pena máxima y el brasileño entró en una fase de autoinculpación de la que trató de zafarse buscando el gol con ahínco. Tuvo varias. Arda y Mario también gozaron de las suyas.
Hasta que la justicia llegó al marcador al borde del descanso para que un pase de la muerte del lateral brasileño fuese rematado a la vez prácticamente por Godín y el goleador para poner al Atleti por delante en el marcador. En ese momento, el Calderón reventó de alegría. Su equipo no fallaba. La segunda mitad no cambió el guión. El Atleti dominó. El Celta, ni apareció. Sin embargo, sí se recrudeció una sensación que empieza a palparse en el ambiente: a Villa le falta confianza. Diego Costa volvió a dejarle en el minuto 56 sólo ante Yoel para que el balón se marchase lamiendo el palo. Un clamoroso error al que la afición respondió con aplausos. Instantes después, Simeone optó por sacar al asturiano, fatigado, al que recibió en el banquillo con un abrazo y el Calderón con más aplausos.
Y a falta de media hora, Diego Costa parecía matar el partido. El brasileño, ante la duda de que no le concediese el acta el primer gol, quiso aclarar su primer puesto en la lista de goleadores. La confianza que no tiene Villa la tiene el ‘19’, quien controló un pase largo, se zafó del defensa y puso el 2-0 en el marcador. Con un partido que parecía resuelto, el Atlético sí se dejó llevar por el cansancio de la semana. Momento en el que al Celta le dio por aparecer. En su único acercamiento a las inmediaciones de Courtois hasta el momento, Nolito resolvió con clase al picar el balón a la salida del belga.
A partir de ese momento, los celestes empezaron a apretar y el Atleti a sufrir en su propia área. Si bien, Diego Costa volvió a tener a falta de 10 minutos el partido en sus botas ras otra enorme internada de Juanfran. Pero un enorme Yoel volvió a salvar a los suyos. El desenlace del encuentro fue sufrido para el Atleti. El Celta hizo trabajar a un Courtois que se convirtió en protagonista en la recta final. Al final, no fue suficiente. Y los colchoneros, con Guilavogui sobre el campo (el francés se estrenó con cinco minutos de juego), alcanzó los 24 puntos.