El Atlético de Madrid ganó en Oporto
El Atlético ganó en Oporto (1-2) un partido en el que empezó perdiendo, superado por su rival, y terminó victorioso como siempre. No hay antídoto contra este Atlético, un equipo de hierro, casi imposible de derribar hoy por hoy. Ante el Oporto remontó con dos goles de estrategia, el segundo muy bonito, con el pase de Gabi cuando todos esperaban el chut y la definición de Arda por arriba. Antes, Godín había igualado de cabeza un gol de Jackson Martínez también a balón parado. El Atlético se coloca con seis puntos en dos partidos, líder de su grupo y con cinco de ventaja sobre el tercer clasificado. Queda mucha tela por cortar, pero el paso que dio en Oporto fue gigantesco.
El Atlético se encontró de inicio en Do Dragao con un rival más intenso que él, algo complicado de ver. El Oporto fue a toda mecha desde el mismo momento en el que Howard Webb señaló el comienzo del encuentro y hasta que encontró el gol, al cuarto de hora, ahogó y agobió al Atlético, incapaz de encontrar una salida de balón. Le duraba un suspiro el cuero al equipo de Simeone, los jugadores del Oporto llegaban siempre antes, se anticipaban siempre. Los primeros quince minutos del cuadro de Fonseca fueron los de un muy buen equipo, fenomenalmente trabajado. El Oporto es un habitual de los cruces en la Champions y no es por casualidad. Eso sí, tiene un portero de un nivel inferior. Lo aprovechó el Atlético para sacar tajada en un partido complicado.
El Oporto puso la guinda a su buen primer cuarto de hora con un gol de Jackson Martínez. Josué, un joven que mostró buenas maneras en el centro del campo del Oporto, puso una falta con peligro, Godín ni tiró la línea ni se anticipó a Jackson, el colombiano ganó la acción y cabeceó a dos metros de Courtois. Por primera vez en la temporada, el Atlético se vio por debajo en el marcador, y era merecido. El Oporto consideró que había cumplido su objetivo y dio un paso atrás. Lo agradeció el Atlético, que afrontó el encuentro después de hacer un esfuerzo monumental en el Bernabéu.
El Atlético fue ganando metros, pero el partido era del Oporto, mucho más cómodo, con Jackson Martínez dando un recital de movimientos y poniendo en apuros a los centrales. Es un buen delantero el colombiano, como también son buenos los laterales del Oporto, Danilo y Sandro. El Atlético fue poco a poco encontrando más el balón, y aunque no hacía daño, al menos le fue dando confianza y ordenando. Le faltó una buena versión de Villa, desaparecido. Tan mal vio Simeone al ‘Guaje’ que le sustituyó al descanso. Antes de eso, Raúl García cabeceó al larguero un saque de esquina botado por Gabi, en una de las malas salidas de Helton, y Courtois salvó el segundo ante Varela tras un error de Miranda.
Metió Simeone al Cebolla en lugar de Villa y el Atlético, fuera por eso o no, igualó el encuentro. Lo hizo a balón parado, igual que había marcado el Oporto. Centró Gabi, volvió a cantar Helton y apareció Godín para cabecear a la red. Este Atlético no se descompone ni en sus partidos más grises. Se repone y encuentra siempre su oportunidad, sea a balón parado, una suerte que domina de maravilla, o de otra manera. A partir de ahí, ya fue un Atlético de lo más reconocible. Al Oporto le costó horrores crear una ocasión de gol. A pesar de que empezó con mal pie, el Atlético supo finalmente encontrarle las vueltas al encuentro. Tuvo una ocasión inmejorable para en un mano a mano de Raúl García tras un gran pase de Arda. El navarro no acertó ante Helton, que aguantó bien.