El Barcelona le da una cátedra de fútbol al Rayo Vallecano

Este Barça va como un Rayo, y sobre el maltrecho césped de Vallecas ha dado una nueva demostración, aunque ha tenido que emplearse a fondo ante un rival que plasma un juego que tiene mucho mérito. Los hombres de Gerardo Tata Martino han logrado una meritoria victoria, ante un Rayo que intenta cuidar el balón y jugar al pie tanto como el conjunto blaugrana.
Un inicio muy intenso por ambos

El Barça, que presentaba un once con las entradas de Alex Song y Pedro, se encontraba de inicio con un rival muy combativo. Sin complejos, los de Paco Jémez buscaban rápido los límites de Valdés, quien ya en el minuto 02′ daba muestras del estado de gracia por el que atraviesa. Era tan sólo una degustación de una nueva actuación meritoria del cancerbero blaugrana.
A raíz de esta acción, el Barça se crecía, con un Song que poco a poco iba a más e interviniendo más en el juego. Arbilla le quitaba el balón a Messi en el 03′ cuando éste ya se veía celebrando el gol. Cinco minutos después Neymar buscaba la gloria disparando cruzado a centro de Xavi, teniendo una nueva oportunidad en el 18′, pero no le dio al balón la rosca deseada.
Crecía el Barça y crecía el protagonismo de Messi, aunque Montoya casi hace el primer tanto para el Rayo. Cesión complicada y demasiada fuerte a Valdés, y el balón sale lamiendo el palo. Ni Víctor ni Martín merecían que una acción como ésta acabara en gol.
Empieza la gran noche de Don Pedro
El tinerfeño, que no había tenido hasta este momento actuaciones muy meritorias, adelantaba al Barça. La acción nacía de una nueva recuperación de un pletórico Song. Le daba el balón a Messi, que, tras una acción genial, cedía a Pedro y éste supera a Rubén. Era el tercer gol esta temporada del 7 blaugrana, que un minuto más tarde casi logra un golazo de bandera al buscar una vaselina desde muy lejos a pase de Leo de cabeza. Se fue de poco.

Pero, en la acción siguiente, el balón del Rayo iba al larguero y el colegiado señalaba pena máxima de Adriano sobre Trashorras por saltar encima de él. Riguroso Clos Gómez. El mismo Trashorras chutaba y ‘gato’ Valdés detenía. Era la segunda pena máxima que sacaba Víctor en dos días. Enorme.
Acababa el primer tiempo con un posible penalti sobre Pedro no señalado y con una fea patada en el medio del campo de Baena -ex del RCD Espanyol- a la rodilla de Leo. Fea acción que vio la amarilla, y que podía haber sido roja.

Finalizaba así un primer tiempo en el que el Rayo le puso las cosas complicadas al Barça, donde la posesión estuvo muy discutida -sólo el 56% para el Barça- y donde Valdés y su zaga se vieron forzados en jugar en largo en exceso ante la buena colocación del rival.
El Barça sentencia rápido
No querían sorpresas los hombres de Martino y, tal como sucediera ante el Ajax en Champions, salieron del vestuario enchufados. Así, en el primer minuto de la reanudación, un tuya mía entre Cesc y Xavi la acaba el de Arenys centrando desde el extremo con la izquierda y Pedro, cual delantero centro ‘killer’, logra el 0 a 2.
Este acierto blaugrana fue todo un torpedo a la línea de flotación del Rayo que, pese a no bajar los brazos, fue claramente a menos, y la prueba es que Valdés pasó bastante desapercibido, a excepción de un golpeo lejano de Baena y a una falta de Gálvez, antes de una nueva demostración de reflejos al final.

Leo Messi tuvo varias ocasiones de perforar la red rival, ya fuera en lanzamiento de falta o en acción individual, pero se quedaba sin marcar y, por tanto, de igualar a Raúl González en el registro de 323 goles en choques oficiales. Y el propio Neymar también la tuvo, pero la base del palo tras un golpeo con el interior del pie cruzado lo sacaba la cepa del palo.
Leo Messi se queda sin marcar
Y el propio jugador brasileño mostraba su gran faceta de asistente -lleva cuatro en los últimos cuatro compromisos- al servir en bandeja el tercer gol a Pedro, quien conseguía su primer hat trick como blaugrana, convirtiéndose en el segundo máximo goleador de la plantilla con cinco dianas, tras las 9 de Leo. No contento con este resultado, el Barça aún hacía el cuarto en las botas de Cesc y pudo ampliar la goleada si en una de las acciones del de Rosario o de Tello hubiera habido más fortuna.