El equipo turco Galatasaray supera al Copenhague
Los fallos de la Juventus durante las dos primeras jornadas han dado a Galatasaray y Copenhague opciones de soñar con pasar a la siguiente ronda de la Champions League y el equipo de Roberto Mancini lo tuvo claro desde el momento que piso el césped del Ali Sami Yen.
Presión en todo el centro del campo, transiciones rápidas y acierto en los metros finales fueron las bases de una cómoda victoria turca por 3-1, que sumada a la derrota de la Juventus en Madrid, colocan al Galatasaray en la segunda posición del grupo B y teniendo que recibir a los italianos en el infierno turco en la última jornada.
La intensidad del equipo de Estambul fue clara desde principio y ya en el minuto 7 anunció sus intenciones con un tiro acrobático de Sneijder que casi logró su objetivo, pero se hizo más que evidente en el minuto 10, cuando la lucha de Drogba por un balón imposible en el córner derecho del ataque turco, acabó a los pies de Nounkeu que, sin pensárselo, centra al área, donde Felipe Melo como un misil, remató un cabezazo imposible para Wiland. 1-0 y los daneses todavía en el vestuario escogiendo entre tacos o multitacos.
Tras el gol, el equipo de Stale Solbakken trató de entrar en calor y en el 12′ realizaron su primer acercamiento sin peligro sobre la meta de Muslera. Dos córners en la misma jugada y de nuevo fueron engullidos por la ansiedad de Drogba, que gracias a su fuerza en el uno contra uno, por casi logra el segundo en el 16′.
Mancini no quería sorpresas y mantenía la intensidad en todo las líneas y así en el minuto 38, Sneijder hace el segundo, gracias a un formidable atleta como es Eboué. El marfileño, un puñal durante todo el partido, encontró un balón suelto en el centro del campo y comenzó a correr como el Expreso de Medianoche hacia el área rival. Las líneas danesas, en retirada, no lograron oponer resistencia y Eboué, al llegar al borde del área, sólo tuvo que decidir si el autor del gol debía ser Drogba o el holandés. Eligió a este último, que con un tiro suave, cruzado y ajustado al palo batió de nuevo a Wiland. 2-0, y desde Estambul ya se anunciaba el vuelo de vuelta a casa para los hombres Stale Solbakken
El partido siguió con lo visto hasta el momento. Los turcos no dejaban respirar al Copenhague que sólo soñaba con llegar al descanso y achicaba las vías abiertas en todas sus líneas como podía, pero Drogba, el delantero total, no iba a dejar acabar el tiempo perfecto de su equipo sin poner su granito de arena y más si Eboué continuaba corriendo por la banda como Bolt en el estadio Olímpico de Pekín.
Así, y minutos antes de que el árbitro pitará el final del primer periodo (46′), una preciosa jugada trenzada que comenzó Bruna asistiendo a Eboué que llegó a la línea de fondo para realizar un pase milimétrico a su compatriota que sólo tuvo que empujar. 3-0 e incendio de alegría en el Ali Sami Yen.
El descano del guerrero llegó para el ‘Galata’. El Copenhague, desde el vestuario, preguntaba cuando empezaba la contienda.
La segunda parte se inició con pequeños cambios con respecto a la primera. El dominio aplastante de los de Mancini continuaba y los daneses trataban de mejorar algo su imagen y parecerse algo al equipo que sorprendió en la primera jornada al empatar con la Juventus, pero todos sus intentos fueron estériles y ni los cambios (Adi, Bolaños y Toutouh entraron por Gislason, Ventokele y Braaten) ni la actitud cambiaron algo y Burak Yilmaz por casi lo aprovechó en tres ocasiones.
En el 88′, Claudemir logró el tanto de los visitantes tras una pared al borde del área con Toutouh. Primera llegada con peligro en todo el partido y algo de orgullo recuperado.
Con este resultado, el Galatasaray borra el mal recuerdo del primer partido de la liguilla cuando fueron vapuleados por el Real Madrid (1-6) y se encuentran en una situación que no soñaban tras ese mal arranque. Sólo su defensa blanda y nerviosa (la única nota negativa del partido) pueden despertarles.
