El Madrid gana fácil a Osasuna y ya está en cuartos de Final de la Copa del Rey
El Real Madrid está en cuartos de final de la Copa del Rey donde le espera el Espanyol tras superar el trámite de Osasuna. Sí, porque lo que pasó en El Sadar fue un puro trámite. El Real Madrid esperaba un partido más disputado, con más lucha, como el de Liga, pero Osasuna pareció que tras el 2-0 del partido de ida poco menos que daba la eliminatoria por perdida. El equipo navarro apenas mostró las ganas, la mentalidad necesaria para remontar y eso lo agradeció el equipo blanco que tuvo un partido muy cómodo. Y por si eso fuera poco, la victoria merengue se cimentó en un fallo del portero de Osasuna y en otro de Mateu Lahoz, el colegiado.
El arranque del encuentro no fue el esperado por el madridismo. Osasuna no salió en tromba, todo lo contrario, le dio el balón al Real Madrid que tocaba y tocaba dejando que pasara los minutos. Sólo alguna acción esporádica de Cristiano o Di María ponían algo de ritmo a un partido malo. Precisamente una acción del portugués acabó en falta sobre él que supuso el 0-1. Falta lejana que Cristiano disparó con su potencia habitual pero sin colocación. Parecía que iba a ser fácil para Andrés, pero el meta, al querer rechazar de puños, el balón se fue hacia abajo, dio en sus piernas y acabó en su portería. Minuto 22 y el Madrid con muy poco y había cerrado una eliminatoria que ya lo estaba viendo cómo iba el partido. Tras ese gol, Osasuna le puso un poco más de ganas, pero tampoco muchas. Hasta que llegó la recta final de la primera mitad cuando el equipo navarro sí que puso en apuros a Casillas, hasta entonces inédito, e incluso Cejudo envió un balón al palo en el minuto 40.
Al descanso se llegó con ese 0-1 y la reanudación comenzó con el Madrid al mando a pesar de que Osasuna parecía que quería apretar un poco más, al menos para no perder en casa. Aunque todos los esfuerzos locales acabaron en el minuto 56 con el 0-2 de Di María tras una buena jugada de Jesé. Un gol que, por cierto, protestaron y con razón los jugadores ‘rojillos’, porque ese 0-2 nació en una falta de Xabi Alonso que Mateu Lahoz consideró que no era. Ese 0-2 era la sentencia para Osasuna y el punto final de la eliminatoria. De ahí al final, los dos entrenadores se dedicaron a reservar las fuerzas de algunos de sus jugadores pensando en los compromisos ligueros de este fin de semana.
Futbolísticamente hablando, poco que contar. Osasuna intentaba maquillar el resultado, mientras el Real Madrid dejaba pasar el tiempo sin renunciar, eso sí, a poder marcar más goles. Así iba transcurriendo un partido que no tenía ninguna historia, más que la de reivindicarse por parte de algunos de los menos habituales.
La salsa en la recta final la puso Coentrao que volvía al equipo y encima como titular, pero no acabó el partido porque, con una amarilla, hizo una falta absurda en el minuto 85 que le valió la roja. El Madrid se quedaba con 10, pero acabó con nueve porque Morata sufrió un golpe en el ojo que le obligó a abandonar el campo entre lágrimas y mareos. Ante nueve, Osasuna buscó con más ganas el gol, pero ya era muy tarde.