Internacional

El Real Madrid reafirma su hegemonía en Europa

El Real Madrid logró ganar su tercera Champions League consecutiva, y cuarta en los últimos cinco años, tras imponerse al Liverpool por 2-1, en el Estadio Olympic de Kiev. En el inicio, los Ingleses, tal y como se esperaba, tomaron la iniciativa, con la posesión del balón y apostando por la velocidad de sus extremos, a través de pases filtrados desde la media cancha para habilitar al tridente de Firmino, Salah y Mané. No obstante, a pesar de las dificultades, los defensores merengues lograron contener el embate de los ‘Reds’.

Tras ellos, el duelo cayó en un dominio alterno, con llegadas para ambos equipos, sin embargo ninguna de ellas con mucho peligro. Ya para ese momento, Salah empezaba a ser el blanco principal de las faltas por parte de los zagueros del Real Madrid.

Al 30 ocurrió lo inevitable. Tras un forcejeo contra Sergio Ramos, el volante Egipcio sufrió una lesión en el hombro, dolencia que lo marginó definitivamente del partido, en tan sólo media hora de iniciado; su cambio fue por Adam Lallana, mientras que el Egipcio abandonó el terreno en medio de lágrimas. Siete minutos después, Dani Carvajal, quien en los últimos dos meses ha lidiado con una lesión de tobillo, igualmente tuvo que abandonar el encuentro al resentirse de esto.

El Real Madrid logró ganar su tercera Champions League consecutiva, y cuarta en los últimos cinco años, tras imponerse al Liverpool por 2-1, en el Estadio Olímpico de Kiev. En el inicio, los Ingleses, tal y como se esperaba, tomaron la iniciativa, con la posesión del balón y apostando por la velocidad de sus extremos, a través de pases filtrados desde la media cancha para habilitar al tridente de Firmino, Salah y Mané. No obstante, a pesar de las dificultades, los defensores merengues lograron contener el embate de los ‘Reds’.

Tras ellos, el duelo cayó en un dominio alterno, con llegadas para ambos equipos, sin embargo ninguna de ellas con mucho peligro. Ya para ese momento, Salah empezaba a ser el blanco principal de las faltas por parte de los zagueros del Real Madrid.

Al 30 ocurrió lo inevitable. Tras un forcejeo contra Sergio Ramos, el volante Egipcio sufrió una lesión en el hombro, dolencia que lo marginó definitivamente del partido, en tan sólo media hora de iniciado; su cambio fue por Adam Lallana, mientras que el Egipcio abandonó el terreno en medio de lágrimas. Siete minutos después, Dani Carvajal, quien en los últimos dos meses ha lidiado con una lesión de tobillo, igualmente tuvo que abandonar el encuentro al resentirse de esto.

Para el arranque del complemento vinieron los goles; el primero de ellos, precedido de un error garrafal del arquero del Liverpool, Loris Karius, quien en un mal despeje, estrelló el balón en el pie de Karim Benzema, lo que provocó que el esférico, con su misma inercia, se fuera lentamente al fondo del arco de los ‘Reds’, mismo que adelantó a los merengues en el marcador. Nuevamente, así como pasó con Ulreich en las Semifinales en contra del Bayern, un error abría la puerta a favor de los Españoles. No obstante, más con corazón que con futbol, el cuadro ingles logró el empate en un tiro de esquina, el cual fue producto de una serie de rebotes que fue bien aprovechada por Sadio Mané. Vinieron los cambios de Zidane y, con ello, la resolución del juego a favor del Real Madrid, sobre todo al momento en el que el técnico francés decidió meter a Gareth Bale en lugar de Isco, al minuto 60, tres minutos después, en un servicio sobre el área del Liverpool, el Galés se alzó, y con una espectacular ‘chilena’ logró poner el 2-1, tanto que fue fundamental para el cuadro banco y demoledor en cuanto a lo anímico en contra de los Ingleses. El resto fue un trámite en favor del Madrid. Al minuto 83 vino un nuevo error de Karius que terminó por lapidar a su equipo, tras un disparo lejano de Bale, el cual se fue al fondo, al no poder ser retenido por el meta Alemán. Con este resultado, el cuadro Español se adjudicó su décimo tercera Copa de Europa, cuarta en los últimos cinco años y tercera consecutiva, algo que no se lograba desde que el Bayern Múnich logro ganar tres seguidas en las ediciones 1973-74, 1974-75 y 1975-76.

 

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