DestacadosInternacional

En el Madrid hay paz y después gloria

1386092645_extras_noticia_foton_7_1Uno de los grandes logros de Ancelotti hasta el momento, al margen de empezar a dar con la tecla en el equipo, es que ha rebajado la tensión en el Real Madrid. Y eso ya es mucho.

Ningún jugador blanco cuestionará que Mou era un gran técnico, de la misma forma que ninguno puede negar que el ambiente con el luso se fue enturbiando hasta afectar al grupo. El día a día resultaba estresante.

Ancelotti ha devuelto la calma y la normalidad al vestuario y al club. Por ahí ha empezado a construir su proyecto, rebajando la tensión. El técnico ha transmitido tranquilidad, incluso, en momentos delicados, como la decisión de sentar a Iker o el mal comienzo del equipo. Huye de la polémica, y eso el equipo lo agradece.

Respetuoso con todo el mundo
El banquillo del Madrid ya no es el centro de atención. Con Ancelotti el foco vuelve a estar en los jugadores. Ha devuelto la normalidad al vestuario y al club. Se muestra cercano y respetuoso con los futbolistas, huye de polémicas y ha mostrado sus dotes de pacificador cuando ha surgido algún problema. El día a día en Valdebebas se ha normalizado y el vestuario está contento con Ancelotti, con su forma de trabajar y de tratar al grupo. Cuando vinieron mal dadas dio la cara sin buscar culpables y mantuvo la calma en todo momento.

Se adapta a lo que tiene para trabajar, sin exigencias
En el club destacan la capacidad que tiene Ancelotti para trabajar adaptándose a lo que tiene, sin exigencias que comprometan el funcionamiento habitual, tanto del equipo como de la institución. “Pregunta y se adapta a lo que hay”, dicen. Con la lesión de Khedira dio muestras de su forma de actuar. Lamentó la baja del alemán, pero enseguida dijo tener recursos en la plantilla para suplirle y descartó que fuese a pedir un fichaje para suplir la baja del 6 blanco.

Máxima confianza a los jugadores
Ancelotti ha defendido a sus jugadores en todo momento, al menos públicamente. Ha sido cariñoso con todos los que lo han necesitado en su momento. Lo fue con Benzema cuando el francés fue pitado por el Bernabéu, con Iker tras tomar la decisión de no ponerlo en Liga, con Diego por la presión que recibía por ser el elegido… El último ha sido Ramos, tras la polémica desatada por su expulsión ante el Galatasaray.

Ha demostrado su carácter, pero con normalidad Algún golpe en la mesa ha dado, pero con normalidad, sin generar tensión ni polémica. Criticó el juego del equipo, se molestó con el árbitro en el Clásico, abroncó a Ramos en el campo y se mantuvo firme en la polémica de la portería, pero nunca ha dado sensación de buscar el enfrentamiento. Aborda los temas con tranquilidad. Incluso, se ha mostrado comprensivo con el público del Bernabéu cuando era pitado, siendo el primero en respetar a su afición y entender su inquietud.

Zidane es la prueba de que es fácil trabajar con él
Ancelotti hace fácil el día a día, es una persona que delega y escucha, que da su espacio a su grupo de trabajo. Zidane es una buena prueba de ello. El francés no se encontró a gusto con Mourinho, pero sí parece estarlo con Ancelotti. Ahora se le ve cada vez más participativo, con la sensación de que se siente importante, de que su aportación cuenta. A Zidane se le nota cómodo, involucrado en el proyecto de Carlo.

Hace exactamente lo que le dicen los médicos
Los servicios médicos del Real Madrid pueden dar fe de que Ancelotti respeta completamente su opinión sobre los lesionados. Le dijeron que Bale tenía que jugar 60 minutos en Barcelona, y eso jugó. También ha sido respetuoso con el delicado caso de Varane y con las molestias de Cristiano. Además, ha devuelto la normalidad a la hora de hablar de las lesiones, dejando atrás el desproporcionado oscurantismo que había. No ha tenido ningún problema en hablar de las lesiones de Xabi Alonso, Marcelo, Coentrao o Varane, por citar las más delicadas. En ese sentido, también los médicos tienen menos presión con Ancelotti.

Artículos relacionados

Back to top button