Frustración y llanto en Motagua
La derrota en casa sufrida por Motagua el domingo anterior (0-2) ante el Parrillas One de Tela, causó mucha frustración en los jugadores del equipo capitalino.
Algunos de ellos, al finalizar el partido salieron hasta con lágrimas en sus ojos por la forma en que se perdió ante el equipo teleño.
“Estoy dolido, no era lo que se esperaba, en lo personal considero que no fue un buen partido, me sale estas lágrimas por bronca, no estoy fingiendo. Tengo mucha tristeza”, expresó en medio del llanto el arquero argentino, Sebastián Portigliatti.
“El dolor es mío, por lo que siento, lo digo de esta manera y pido disculpas…Es amor al fútbol, amor al trabajo y al club que me da de comer. Cuando uno no responde al cien por ciento se siente desagradecido con la gente que confía en uno. Yo me auto exijo, siempre quiero hacer las cosas bien y no me gusta cometer errores”, agregó el charrúa que el domingo recibió dos goles de parte de los colombianos Javier Estupiñán y Charles Córdoba.
Por su parte, el lateral Wilmer Crisanto lamentó la forma en que se perdió el domingo y aseguró que en la segunda vuelta tendrán su revancha, iniciando el domingo en casa ante el Deportes Savio.
“Duele perder así, el publico motaguense esta frustrado por este resultado, el próximo domingo tenemos la revancha ante el Savio que al igual que el Parrillas son equipos que están peleando la categoría y será un juego igual de difícil”.
Molesto Varela
Uno de los jugadores más molestos en Motagua, fue el uruguayo José Pablo Varela, que en el partido ante Parrillas One, tuvo una inmejorable ocasión de anotar la cual no supo concretar.
“La gente que habla, debería de ponerse los tacos y ponerse a jugar. Estoy muy molesto, dolido, triste y recaliente por la forma en que perdimos y jugamos. Cuando se ganó en La Ceiba no se habló de Motagua en toda la semana, ahora que perdemos somos los malos”.
Motagua regresa este día a los entrenamientos, olvidando el encuentro anterior y pensando en lo que será el juego del próximo domingo ante el Savio.
