Hoy se cumplen 35 años del debut de la “H” en el Mundial de España 82
En una época donde añoramos jugadores con amor a la patria, celebramos hoy los 35 años del debut de la mejor selección catracha de todos los tiempos, la de España 1982, lo anterior lo afirmamos porque sus resultados y entrega en la cancha de parte de sus jugadores no ha sido superada a lo largo de los años.
Ese equipo que comandó José de la Paz Herrera, “Chelato” Uclés, tuvo algo que no ha tenido ninguna otra, jugadores que amaban a su país más que al dinero y las comodidades que hoy tienen los seleccionados actuales.
“Chelato” Uclés fue como un padre que aconsejaba los más mínimos detalles, de hecho todos sus ex pupilos están pendientes de su salud y lo aprecian como siempre por ser la persona que los sacó del anonimato internacional (a excepción de Gilberto Yearwood, quien triunfaba en el Real Valladolid de España).
Allí si hubo selección, jugadores, cuerpo técnico, directivos, afición y prensa, unidos en pos de un éxito, logrando llegar al mundial de España 1982 con solo una derrota en su historial ante El Salvador, un equipazo liderado por Jorge “Mágico” González.
Esa Honduras es historia, pero de la buena, hoy 35 años después seguimos admirando a ese grupo humano e inmortal que se ha quedado corto en homenajes, ya que entregaron tanto por tan poco que recibieron en la vida, de hecho ya algunos gozan de la paz de Dios como Francisco Javier Toledo y José Domingo Droumond.
Era la noche del 16 junio de 1982, unos nerviosos jugadores de Honduras entraban a la cancha del estadio Luis Casanova de Valencia, con la idea de no permitir una goleada similar a la recibida un día antes en Elche de parte de El Salvador, que fue humillado 10-1 de parte de Hungría.
Pese a ello, el trabajo ya estaba hecho, Chelato no descuidó detalles y presentó un once que conocía todos los secretos de la Selección de España, favorita no solo para ganar sino para golear a los catrachos, pero todo salió como el maestro lo había planificado, la escuadra botó los nervios rápidamente y prueba de ello fue el saque inicial con una patada larga de Roberto “Macho” Figueroa que llegó a las manos del famosísimo Luis Miguel Arconada, sin embargo España y sus figuras como Roberto López Ufarte, Jesús María Zamora, Juanito, entre otros, comenzaron a hilvanar jugadas peligrosas sobre la portería hondureña, pero la zaga liderada por el portero Julio “Tile” Arzú estaba fría como un témpano de hielo y no permitían goles en ese momento, una de ellas casi cruza la línea de gol, sacada de chilena por parte de Allan Costly cuando la afición local se aprestaba a celebrar.
Esa salvada milagrosa fue el punto de lanza para conocer a una Honduras que ya tenía claro que iban a destacar y sorprender en el Mundial, sin importar que jugaban contra el anfitrión, de hecho los aficionados españoles encabezados por Manolo no daban crédito a lo que miraban esa noche valenciana, un gol a los nueve minutos de parte de Héctor “Pecho” de Águila Zelaya a pase de Prudencio “Tecate” Norales que terminó en un gol inolvidable que todavía hoy vitoreamos todos los catrachos bien nacidos en la tierra del general Francisco Morazán.
El asombro era total, la España dirigida por José Santamaría se fue al frente para buscar la igualada y remontada, pero la escuadra bien ordenada no dejaba pasar nada, incluso ya en el segundo tiempo los españoles comenzaron a desesperarse y tirarse en el área para que el árbitro argentino Arturo Iturralde les regalara un penal, al final lo lograron en una falta dudosa que se sancionó como falta de once metros, la que cobró magistralmente Roberto López Ufarte, estrella de la Real Sociedad de San Sebastián.
Los españoles se envalentonaron pensando que ganarían el juego pero nuevamente el orden táctico, el amor patrio y la garra no los dejó pasar y finalmente sacaron un maravilloso 1-1 ante la incredulidad de todos los comentaristas y analistas mundiales que cubrían la copa del mundo, entre ellos O Rei Pelé, quien destacó el trabajo de Honduras.
El Rey Juan Carlos de Borbón muy serio en su semblante abandonó el estadio Luis Casanova de Valencia, luego de escuchar el himno Nacional del Reino de España. Fecha inolvidable, hoy la revivimos con orgullo y alegría 35 años después.