Johnson y Estados Unidos siguen creyendo
El 21 de noviembre de 2016 terminó una era en el fútbol estadounidense con la destitución de Juergen Klinsmann como seleccionador. El técnico alemán, de 52 años, dirigió al combinado de las Barras y Estrellas durante más de cinco años, en los que disputó un total de 98 encuentros. El campeón del mundo de 1990 ganó 55, empató 15 y perdió 28.
De este modo, el exdelantero centro firmó un porcentaje de victorias del 57,3%, superior al de todos sus predecesores que se sentaron, al menos, cinco partidos en el banquillo. De la mano de Klinsmann, Estados Unidos ganó, entre otros títulos, la Copa Oro de la CONCACAF 2013, y en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™ superó un grupo complicado en el que figuraban Alemania, Portugal y Ghana. Sin embargo, la evolución del equipo se había estancado ligeramente en los últimos tiempos.
El entramado norteamericano arrancó con sendas derrotas ante México (1-2) y Costa Rica (4-0) la ronda decisiva del clasificatorio para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. Sunil Gulati, presidente de la Federación Estadounidense de Fútbol, se vio obligado entonces a tomar medidas: “La progresión y el estado actual del equipo nos han hecho comprender que debemos cambiar de rumbo”.
El equipo ha de responder
El extremo Fabian Johnson se enteró del cambio de seleccionador a través de los medios de comunicación, y la noticia le pilló por sorpresa. “Me pareció una pena”.
“En la Copa América lo hicimos bastante bien, y no todos confiaban en nosotros. Nos clasificamos con cierta holgura para el hexagonal, pero empezamos perdiendo los dos primeros partidos. Desafortunadamente, no me consultaron a la hora de tomar la decisión, pero creo que todo pasó muy rápido. Las dos primeras fechas fueron decisivas”.
Johnson, jugador del Borussia Moenchengladbach y criado en Alemania, igual que Klinsmann, asegura que trabajó “muy a gusto con el seleccionador” y que está expectante por la reacción que pueda tener el equipo. “El rendimiento no va a cambiar radicalmente sólo porque venga un nuevo entrenador”.
Con 50 internacionalidades, a sus 29 años Johnson es uno de los hombres más experimentados de la selección estadounidense y su objetivo es seguir progresando. “En primer lugar, tengo que recuperar mi buen nivel. He de seguir trabajando igual que antes, cuando ganábamos, y no distraerme”, responde haciendo autocrítica a la pregunta de cómo cree que puede ayudar al equipo a superar este bache. Eso sí, advierte al mismo tiempo de que no debe dramatizarse la situación: “Es verdad que, con dos derrotas, hemos empezado muy mal el hexagonal, pero tampoco vayamos a volvernos locos ahora”.
Mantiene el optimismo
Fabian Johnson no descarta todavía sellar el billete para Rusia y conserva viva la esperanza de cumplir el sueño de disputar el que sería su segundo Mundial, después del de 2014. “Soy muy optimista al respecto. Sólo hemos jugado dos partidos, nos quedan ocho por delante”. A finales de marzo, Estados Unidos se medirá en casa a Honduras y, unos días después, viajará a Panamá. Tras el mal arranque, ganar estos dos compromisos es, prácticamente, una obligación.
Bruce Arena, de 65 años, será el encargado de llevar las riendas en ambos encuentros. El técnico, que ya fue seleccionador de Estados Unidos entre 1998 y 2006, tomó el testigo de Klinsmann y ya ha visitado Moenchengladbach para reunirse con su atacante.
“Nos conocimos personalmente y hablamos de la situación actual. Dijimos que en marzo hay que solventar los dos partidos de clasificación”, desvela Johnson, quien considera el Mundial “uno de los torneos más bonitos y una experiencia increíble”.
No cabe duda de que este extremo diestro de 1,83 m quiere volver a vivir esa experiencia junto a su nuevo técnico. Será el comienzo de una etapa nueva para Johnson, que sólo ha jugado con el combinado las Barras y Estrellas con Juergen Klinsmann como seleccionador. Ahora, Arena y él están dispuestos a iniciar una nueva era en el fútbol estadounidense.