Jugadores de NFL temen por conmociones
Sean Morey tenía miedo a las consecuencias de su trabajo en el fútbol americano cuando decidió retirarse en 2010, días antes del inicio de la pretemporada con Seattle Seahawks.
Morey, quien ganó un anillo con los equipos especiales de los Pittsburgh Steelers en el Super Bowl 40, tenía una razón muy poderosa: las múltiples conmociones cerebrales a través de su carrera.
Tras ser reclutado por New England en 1999, Morey jugó además para Philadelphia y Arizona, antes de ser nombrado vicepresidente del Comité de Conmociones Cerebrales de la Asociación Nacional de Jugadores de la NFL en 2010.
En la actualidad maneja un comité con dos objetivos principales: el diagnóstico, tratamiento y prevención de las conmociones cerebrales, así como la prevención e investigación sobre los efectos a largo plazo acumulativos de este tipo de lesiones en jugadores de la NFL.
Morey, de 39 años, sufrió más de 20 conmociones cerebrales en su carrera, era considerado uno de los mejores en los equipos especiales cuando se retiró, pese a no ser de gran estatura.
En su último año en la liga, Morey tuvo cuatro conmociones cerebrales.
“Todavía tengo años de mi vida, pero lo más importante son los años de la vida de mis hijas que me gustaría poder reescribir”, dijo Morey.
Su esposa, Cara Morey, dijo que Sean a veces la mira “de una forma como si fuera una persona que nunca ha conocido… Es muy aterrador. Es un tipo de rabia que yo nunca había visto… y que mis niñas nunca deberían haber visto”.
Morey se retiró después de una década, pero ahora desde que se descubrió el Traumatismo Craneoencefálico Crónico (CTE) por parte del patólogo nigeriano Bennet Omalu, en 2002, cada vez más jugadores jóvenes están optando por el retiro anticipado.
La pasada primavera tres profesionales en plenitud se retiraron por sorpresa: Patrick Willis (30 años) de San Francisco, con 15 millones por cobrar las dos siguientes temporadas; Jason Worilds (27), con ofertas de 40 millones por cinco años, y Jake Locker (26), con cuatro millones anuales.
El CTE es una enfermedad neurodegenerativa provocada por la acumulación de traumas cerebrales que generan demencia, pérdida de memoria, depresión, agresividad y confusión, por lo que ha puesto en evidencia la peligrosidad de este deporte.
Varios jugadores han muerto, entre ellos, Mike Webster, y Junior Seau, dos portentosos miembros que eran insignia de la NFL.
La NFL ha llegado a un acuerdo con miles de exjugadores o sus familias sobre las consecuencias de las conmociones, pero todavía debe solventar decenas de demandas que argumentan que la NFL omitió el cuidado de los jugadores mientras eran profesionales.