La Federación Española quiere darle dos años más a Vicente del Bosque
La Federación le ofrecerá a Del Bosque la renovación como seleccionador una vez que España consume la clasificación para el Mundial de Brasil, lo que logrará matemáticamente si consigue al menos cuatro puntos de los seis que disputará en los partidos ante Bielorrusia y Georgia, el viernes y el martes próximos.
El contrato y las condiciones ya están preparadas. El secretario general de la RFEF, Jorge Pérez, dijo ayer a este periódico que “Del Bosque es patrimonio del fútbol español” y confirmó que “no hemos contemplado otra alternativa para el cargo de seleccionador. Del Bosque seguirá con nosotros hasta que él quiera durante todos los años que quiera”.
El presidente de la Federación, Ángel Villar, tiene por norma ofrecer la renovación automática a los seleccionadores una vez que consiguen la clasificación para Eurocopas o Mundiales, en ciclos de dos años. Villar quiere que Del Bosque siga con España hasta la Eurocopa de 2016, que se disputará en Francia. Este torneo coincidirá, además, con el final de la legislatura del propio Villar, que podría adelantar un año su marcha si finalmente opta a la presidencia de la FIFA, que celebrará elecciones en 2015.
Del Bosque ha dirigido a España durante ochenta partidos, más que ningún otro seleccionador en la historia, por delante de los míticos Kubala (68) y Miguel Muñoz (63). Su balance también es el mejor: 65 victorias, ocho empates y sólo siete derrotas. En total, bajo su dirección técnica España suma 197 goles a favor y 53 en contra, un Mundial y una Eurocopa. Su palmarés es el mejor del mundo, porque a sus títulos como seleccionador suma dos Copas de Europa, dos Ligas, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa y otra de España, todas con el Real Madrid.
Del Bosque está al tanto de la intención de la RFEF de renovar su contrato. “Me gustaría seguir; haré lo que diga la Federación”, ha dicho. Pero su respuesta no será inmediata. Primero quiere clasificar a España para el Mundial, luego hacer un buen papel en Brasil y, por fin, si hay consenso, firmar hasta Francia 2016.