Las entrevistas que nos marcaron en 2014
En el año en que Cristiano Ronaldo conquistó su segundo FIFA Ballon d’Or y Alemania se coronó en Brasil frente a una aguerrida Argentina.
“El Maracanazo fue una hazaña, porque en la historia de los Mundiales ninguna selección local había perdido una final. Fue la primera vez. Y además tuve la suerte de hacer un gol. Siempre digo que al Maracaná lo silenciaron tres personas en la historia: el Papa, Frank Sinatra y yo”.
Alcides Ghiggia y la alargada sombra del Maracanazo.
“Ganar un premio como éste representa mucho trabajo y mucha dedicación, un esfuerzo de muchas horas. Ambicionaba mucho quedarme con mi segundo Balón de Oro y recibirlo de manos de dos leyendas como Pelé y Platini es un privilegio. Ahora espero repetir el año próximo y ganar el tercero”.
Cristiano Ronaldo, el goleador insaciable.
“Yo quiero retirarme en el Barcelona y estar muchísimos años vinculado al que, creo yo, es el mejor club del mundo. Pero sé de la exigencia y por eso dije que no es problema mío, sino de rendir al máximo nivel para poder retirarme aquí. Ojalá pueda hacerlo, es mi máxima ilusión”.
Xavi Hernández y su simbiosis con el Barcelona.
“El fútbol me salvó la vida. Primero porque me preparó desde lo físico y mental. Pero lo más importante que hizo el fútbol por mí fue cuando terminó la guerra. El fútbol me dio ese lugar para poder descargar la mochila que traje de Malvinas”.
Omar De Felippe o el fútbol que cura las heridas de guerra.
“Desde que nací, he vivido situaciones difíciles. Pero precisamente es lo que me ha dado esta fuerza, estas ganas de triunfar. No tengo miedo a nada. También por eso siempre he sabido resurgir cuando ha habido situaciones difíciles. Tengo una mentalidad muy fuerte, y un gran carácter. Nunca bajo los brazos; siempre tengo ganas de ir a por todas y de trabajar duro para conseguir lo que sea”.
Franck Ribéry: cómo llegar al éxito superando adversidades.
“Tengo muy buenos recuerdos futbolísticos a lo largo de mi vida, pero el primero de todos es el de Brasil perdiendo la Copa Mundial ese año. Por primera vez vi a mi padre llorar, y fue por esa derrota. Yo tenía 9 o 10 años y recuerdo verlo a él junto a la radio. Lo vi llorando y le pregunté ‘¿por qué lloras papá?’ Y él me contestó: ‘Brasil perdió el Mundial’. Ésa es la imagen que me quedó grabada de 1950″.
Pelé y su amargo recuerdo del Maracanazo.
“No soy partidario de revoluciones. Casi siempre se piden cuando un equipo ha ganado muchas cosas y llega un año en el que no lo hace, pero la experiencia de todo lo conseguido es importante. La renovación debe hacerse con tranquilidad, sin tirar por tierra lo que se ha hecho. Como se dice en catalán, hay que tener “seny” (sentido común)”.
Carles Puyol y la necesaria reconstrucción pausada de la Roja.
“La Mannschaft ha explotado de puro talento y los jóvenes llegan pisando fuerte. El triunfo en el Mundial es el triunfo de las estructuras que ha puesto en marcha la Federación Alemana de Fútbol junto con los clubes”.
Philipp Lahm, un título mundial para cerrar una carrera impecable.
“Yo crecí acá, he pasado muchísimas horas en el club y lo conozco como mi casa. Cuando me preguntaba en Europa qué equipo era Racing, yo contestaba que su característica principal se basa en la pasión de su gente. Es un club muy grande, con mucha historia, pero con una hinchada muy particular, que sufre mucho pero vive de igual manera cada alegría”.
Diego Milito y el regreso a casa.
“¡Fueron los tres minutos más difíciles de mi carrera! Me hice daño en el 80, pero aguanté para que no me cambiaran. Se me juntó todo: la rabia de no poder seguir, sentir que no teníamos tiempo para revertir nuestra situación… fueron muchos sentimientos negativos que me hicieron explotar… acabé llorando porque veía que Portugal se iba del mundial, que me había hecho daño, que no podía seguir, ¡y yo quería seguir como fuera, sin un brazo, sin una pierna!”
Beto, una historia de sonrisas y lágrimas
“Con el paso de las semanas, además, vas tomando conciencia de que un título de campeón del mundo es algo para la eternidad. Hemos pasado a la historia, hicimos algo que no se olvidará nunca. Saber que ése es tu legado te deja una sensación muy agradable”.
Joachim Loew y un Mundial que le convierte en eterno.
“Me quedo con los seis goles. Todos fueron importantes porque ayudé a conseguir victorias para el equipo. Cada uno de ellos fue especial porque hacer goles en una competición tan grande es algo único”.
James Rodríguez, el goleador inesperado de Brasil.
“La de veterano es una etapa estupenda, veo quién fui yo algún día: me sentaba y me quedaba impresionado mirando a los jugadores. Y eso es lo que veo yo hoy. A veces, sentado a la mesa, me doy cuenta de que alguien me mira, se fija en mí. Es una fase muy positiva”.
Kaká y el fútbol con una sonrisa.
“Antes de que empiece un partido el corazón me va a mil… ‘Bum-bum, bum-bum…’ Pero en el momento en que el árbitro pita, llega la calma. No siento nervios, y sí mucha confianza en mí mismo. Es como un rollo ‘zen’. En la cancha estoy tranquilo, pero no sé por qué me pasa. Probablemente estoy loco”.
Arda Turan, el ‘espartano’ más especial del ‘Cholo’ Simeone.
“Un portero empieza constantemente de cero, incluso después de cometer un error. Es algo que sé asumir. El árbitro no va a pitar el final del partido por eso”.
Manuel Neuer, el arquero que ha revolucionado el fútbol.
“El gol, en el fútbol actual, es cada vez una situación más difícil. Entonces, cuando tu equipo anota, tienes que festejarlo en la forma en la que te nace. Yo siempre digo que a mí me genera una cosa eléctrica que me recorre el cuerpo. En mi cabeza no pasa nada más que festejar”.
Miguel ‘El Piojo’ Herrera, un seleccionador diferente.
“Fue un momento triste, de gran decepción. Pero era muy difícil que repitiéramos lo hecho en el anterior campeonato del mundo. Es cierto que esperábamos llegar más lejos. Creo que fue una derrota bien aceptada porque supimos perder como deportistas. Ahora miramos ya hacia el futuro para prepararnos para la Euro de 2016 en Francia y el Mundial de 2018”.
Vicente del Bosque: crónica de un fracaso y una reconstrucción obligada.
“Mi tío Manuel me llevaba de muy chico a jugar campeonatos de penales los viernes desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana. Se jugaba por plata. Durante un año y medio me paraba detrás de mi tío y lo miraba patear. Después iba por la calle apuntándole a los árboles hasta que empecé a patear yo. Ahí le agarré el golpe. Había que ganar para poder comer, viajar, comprarte algo de ropa”.
Néstor Ortigoza, el pateador clandestino de penales.
“Para ser el mejor hace falta presión, necesariamente. Hoy en día, jugadores como Cristiano Ronaldo y Lionel Messi siempre están sometidos a presión. A veces se ve que no están contentos aunque hayan marcado un gol. Esa actitud es lo que les permite aumentar su nivel de juego y su ambición”.
Paul Pogba y el gen ganador.
“¡Vi la final del Mundial en Alemania! Fue en Hamburgo, durante el torneo que disputamos allí, y lo vi con varios de los argentinos del circuito. Había mucha euforia y sufrimos, pero terminamos aplaudiendo la entrega y el gran mundial que hicieron”.