Los Lakers, humillados, firman su peor arranque desde 1957
El desastroso devenir reciente de los Lakers marcha inexorablemente jalonado por una plaga de registros negativos que están ensuciando el brillante historial de una de las dos franquicias más grandes de la NBA(la otra es la de los Celtics). El último ha llegado tras el segundo partido perdido del equipo que trata de liderar, prácticamente en solitario, un desquiciado Kobe Bryant. Con la humillante derrota por 20 puntos en Phoenix (119-99), más la de la jornada inaugural ante los Rockets (90-108), el equipo californiano firma su peor inicio de Liga desde 1957. Un -38 inferior sólo al -47 de hace 57 años (112-84 contra Saint Louis Hawks y 96-115 ante Detroit Pistons). Todo esto con el dolor aún muy vivo de la grave lesión de su novato Julius Randle, que se pierde toda la temporada por rotura de la tibia de la pierna derecha en el duelo contra Houston.
Al final del primer cuarto ya estaba todo dicho en el US Airways Center de Phoenix: 19-33. El tremendo portencial exterior de los Suns desnudó por completo las debilidades de unos Lakers en cuyo cinco incial sólo Bryant estuvo a la altura (31 puntos). Los de Jeff Hornacek anotaron 16 triples en 32 intentos, cinco de ellos con la firma de Marcus Morris y otros tantos de un Isaiah Thomas que fue el mejor saliendo desde el banquillo (23 tantos). Brillaron también Goran Dragic (18) y Bledsoe (16 antes de ser expulsado por dos faltas técnicas); Markieff Morris y Miles Plumlee competaron el sexteto sun por en dobles dígitos de anotación.
A Bryant, que el día anterior había protagonizado un rifi-rafe con Dwight Howard, se le vio especialmente irritado y protestón (se ganó una técnica por pedir una falta discutible), pero es que Lin, Johnson, Boozer y Hill apenas le ayudaron. Sólo Ed Davis aportó algo desde el banquillo, al margen del buen final de Ellington con el partido ya decidido. El repunte oro y púrpura del segundo cuarto (31-26) se desvaneció con el 39-23 del tercero, que dejó ya el duelo visto para sentencia.