Los ‘Xólo’ de Tijuana hacen historia
Tijuana extiende su sueño entre “Palmeiras” en la Copa Libertadores. Los Xoloitzcuintles viajaron a Brasil para desenterrar un hueso de color verde y ubicarse ya entre los ocho mejores equipos del torneo de clubes más importante en América.
El marcador de 2-1 a favor de los bajacalifornianos (mismo marcador global tras el 0-0 en el Estadio Caliente) distó mucho de reflejar lo que en verdad ocurrió en el Estadio Pacaembú de Sao Paulo, Brasil. Palmeiras murió en la raya, pero el oficio del todavía Campeón de la Liga MX ya es mucho, incluso a nivel internacional.
Duvier Riascos y Fernando Arce desataron el delirio tijuanense, Souza hizo lo propio vía penal por parte del equipo local, pero nada impidió que este martes el conjunto canino hiciera historia al ser el segundo mexicano (después de América) en eliminar a un brasileño en fases finales de la Copa Libertadores, hazaña inolvidable, desde ya en los libros y enciclopedias por venir en el futbol mexicano.
Como si se tratase de dos conjuntos con una rivalidad desde el medioevo, Palmeiras y Tijuana brindaron un juego trabado, muy intenso en media cancha y con patadas constantes de ambos bandos. Sin embargo, el árbitro Juan Soto cargó más los cartones amarillos del bando visitante. Muy pocas emociones en las áreas, entre el miedo “Verdao” y el sigilo canino.
A los 24′, los aficionados en el Pacaembú se levantaron por primera vez con un cobro de tiro libre de Ayrton que pegó en el travesaño. Parecía que los colmillos se cercenaban poco a poco y un Doberman se convertía en Chihuahua, por lo menos el trámite del encuentro arrojaba esa conclusión que, después, parecía prematura.
Con muy poco, Tijuana logró hacer daño, y lo hizo de una forma mayúscula. Duvier Riascos sacó un disparo muy flojo, enclenque y corriente a los 27′ en el área, pero el portero Bruno se llevaría el protagonismo con un error tan monumental como la historia del propio Palmeiras y se comería la acción para permitir que el balón fuera a las redes por primera vez en la serie.
Los dirigidos por Antonio Mohamed estaban lejos, muy lejos de ser el equipo que enamoró a principios de 2013, pero sacaba a relucir en Sao Paulo su otra faceta: el control de partido. Los Xolos estaban lejos de desgastarse y apostaron a desesperar a un rival que tuvo un bajón apocalíptico, no por el hecho de verse obligados ya a anotar dos goles, sino por el error de su, hasta este martes, confiable guardameta.
Fue ya en el segundo tiempo, hasta los 51′ cuando Tijuana tuvo su segunda llegada a la portería local, y acabó en su segundo gol. El conjunto bajacaliforniano no iba a permitir una clasificación con un gol inverosímil, y lo corrigió con una anotación digna de verse en repeticiones y guardar en cualquier disco duro. Fernando Arce aprovechó un rebote de la zaga para prender de volea y desde tres cuartas partes del campo un balón que cruzó la línea casi pegado al poste.
El técnico Gilson Kleina hizo uso de elementos como Mailon y Souza, ambos cambiaron la cara al conjunto “Verdao” e hizo ver más impotente que nunca a los fronterizos. Pero todo alcanzó solamente para que a los 60′ el árbitro marcara penal tras una mano de Pablo Aguilar que el propio Souza se encargó de ejecutar de forma magistral.
Todavía había emociones por guardar al final y motivos de esperanza para Palmeiras, sobre todo después de una increíble falla de Duvier Riascos en un contragolpe a los 81′, una jugada que parecía profética de una voltereta increíble, sentimiento reafirmado dos minutos después con la expulsión de Pablo Aguilar, pero todo quedó en ganas verdes y con un conjunto que acabó derrotado y cabizbajo en el Pacaembú.
Tijuana puede celebrar su histórica hazaña, todo antes de guardar los gorros y regresar a la seriedad, pues el mejor equipo hasta ahora en la Copa Libertadores, por lo menos en números, ya aguarda en los cuartos de final: el Atlético Mineiro.
