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Mandzukic da al Bayern Múnich el billete para octavos

1383670524_624691_1383688088_noticia_grandePep Guardiola sabe que al Bayern aún le falta. El técnico catalán ya ha reconocido que su todopoderoso equipo aún tiene aspectos que pulir para alcanzar la ansiada fluidez en el juego, la que convierte a un gran bloque en un conjunto letal. El Viktoria Plzen, último clasificado del grupo D con cero puntos, le dio la razón. El conjunto checo, que perdió 5-0 en Múnich hace dos semanas, incomodó e incluso puso en apuros a los alemanes. Hasta que entró en juego Mandzukic. El croata dejó en nada todo el trabajo del rival y logró la novena victoria consecutiva en Champions de este Bayern, que iguala el récord del Barcelona de la temporada 2002-2003.

El Viktoria Plzen no pasará a octavos de la Champions y tiene complicado colarse en el tercer puesto del grupo, que da acceso a la Europa League. Pero los checos dejaron de lado sus complejos y brindaron a su público la posibilidad de mirar de tú a tú al vigente campeón de la competición.

Guardiola dejó en el banquillo a media defensa titular (Dante y Boateng) y subió a Lahm al círculo central. De los habituales, solo Alaba se mantuvo atrás. No parecía una rotación descabellada tras la superioridad demostrada hace 15 días en el Allianz Arena. Pero en el Struncovy Sady Stadión se encontraron a otro rival.

El Plzen buscó la portería rival, si bien no de forma continuada, sí a intervalos que descompusieron al Bayern. Los checos empezaron pidiendo un penalti al poco de comenzar, dando muestra de que su intención no era hacer de saco de boxeo para recibir golpes del Bayern. Los de Guardiola dominaron el juego, pero pecaron de egoístas en el último momento, sobre todo en la primera parte. Ribéry, Müller y Schweinsteiger (que mandó un balón al palo) intentaron mover el electrónico. Pero cuando menos se lo esperaban, el Plzen se sacaba un contragolpe que rompía la cotidianeidad. Petrzela creó más peligro en la primera parte que en los 90 minutos del partido de Múnich.

En la segunda mitad, el Bayern quiso marcar territorio, como si ya hubieran permitido bastantes licencias al contestón Viktoria Plzen. Primero, Cisovsky salvó en boca de gol un disparo de Lahm. Después Van Buyten y Ribéry por dos veces continuaron con la embestida. Pero el gol no vino de sus botas, sino de un jugador que entró de refresco: Mandzukic. El croata ya no es titular indiscutible en este Bayern, pero su olfato goleador está intacto (lleva ocho goles en la Bundesliga, solo uno por detrás del pichichi Lewandowski). El delantero se desmarcó de los dos defensores que le cubrían y cabeceó a la red el balón tras un gran pase de Lahm para hacer el 0-1. No lo celebró.

El tanto pareció colmar las aspiraciones del Bayern, que se conformó y no buscó el segundo. Todo lo contrario que el Plzen, que desplegó las fuerzas que le quedaban y a punto estuvo de conseguir el premio. La oportunidad más clara la tuvo Tecl en el 77’. Después, las alarmas se apagaron. Los alemanes durmieron el partido y Götze pudo ampliar la renta. Al final, victoria por la mínima y el Bayern logra el billete para octavos.

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